Fuertes vientos y un clima seco amenazan con alimentar el mayor incendio forestal en la historia de Texas, que ya ha dejado dos muertos en el sur de Estados Unidos, mientras una gran tormenta de nieve cubría el viernes las montañas de California.
Según el Servicio Forestal de Texas, cuatro incendios permanecían «activos», localizados en el norte del estado, en la zona conocida como Panhandle, mango de sartén, en español, por la forma que tiene en el mapa esta área en la parte superior.
El mayor foco activo, denominado Smokehouse Creek, inició el lunes y ya arrasaba el viernes unas 436.200 hectáreas. Solo estaba contenido en un 15% de su extensión y se fusionó con otro siniestro en la zona. El fuego había afectado también al vecino estado de Oklahoma, alimentado por un invierno inusualmente caluroso y fuertes vientos.
Después de un alivio por la caída de lluvias y nieve el jueves, el panorama se complicaba para los bomberos.
– «Fin de semana activo» –
El pasto muy seco y las ráfagas de viento de 64 kilómetros por hora, con una humedad relativa no superior al 10%, son alimento para el fuego.
«El perímetro de este incendio es de 885 km (…) Mientras el fuego continúa ardiendo en este momento, el viento está incrementando mañana (sábado) y la humedad relativa volverá a bajar, una brasa puede aprovechar todo eso y saltar fuera» del perímetro controlado, dijo en conferencia de prensa Nim Kidd, jefe de la División de Emergencias de Texas.
«En lo que respecta a las condiciones climáticas para el fuego, este fin de semana va a ser muy activo», agregó.
Se trata del mayor incendio forestal registrado en la historia de Texas, superando a uno conocido como East Amarillo Complex, que en marzo de 2006 devoró 371.000 hectáreas, según cifras oficiales.
Una mujer de 44 años falleció en un hospital de la ciudad de Oklahoma, después de haber sido rescatada el martes cerca del camión que manejaba, alcanzado por la humareda del Smokehouse Creek, según informaron varios medios locales.
Si bien hubo evacuaciones preventivas, el cuerpo de una mujer de 83 años fue encontrado en la ciudad de Stinnett, dijo a la cadena ABC un portavoz de los servicios de emergencia del condado de Hutchinson, afectado por el siniestro.
Los servicios de emergencias informaron de tres bomberos heridos, que se recuperan favorablemente.
– Difícil de explicar daños –
«Cuando miras los daños que han ocurrido aquí, simplemente todo ha desaparecido, ha desaparecido por completo, no queda nada más que cenizas en el suelo», dijo el viernes el gobernador Greg Abbott en conferencia de prensa desde Borger, una de las ciudades afectadas. Habló preliminarmente de unas 500 estructuras destruidas.
«Lo que vemos en los daños a las viviendas realmente es difícil de explicar en este momento porque el fuego aún está ardiendo, aún es demasiado difícil entrar y contar esos daños», detalló Kidd.
Un centenario rancho de Texas informó que perdió el 80% de su propiedad de 32.000 hectáreas cerca del área del incendio más grande.
«Creemos que la pérdida de ganado, cultivos y vida silvestre, así como cercas del rancho y otra infraestructura en toda nuestra propiedad, y otros ranchos y hogares en la región, no tiene paralelo en nuestra historia», dijeron los administradores de Turkey Track Ranch, en un comunicado.
– Tormenta de nieve –
En la costa oeste, la cadena montañosa de Sierra Nevada en California fue azotada el viernes por una tormenta de nieve, con tres metros y medio de acumulación.
La tormenta invernal, que genera por momentos condiciones de niebla con visibilidad nula para los conductores, traía vientos con ráfagas de hasta 90 km por hora registradas en Palisades Tahoe, parte norte de la cordillera. Las autoridades precisaron que las zonas rurales podrían sufrir avalanchas.
Los meteorólogos explicaron que este sistema climático es particularmente fuerte y muy frío, proveniente del noroeste del Pacífico, transportando mucha humedad hacia el interior.
«Resulta que esto tiene la combinación perfecta de suficiente aire frío y la trayectoria de la tormenta, que provoca que una gran cantidad de nieve fluya hacia las montañas», dijo Courtney Carpenter, del Servicio Meteorológico Nacional en Sacramento, al San Francisco Chronicle. Explicó que una tormenta de esta magnitud ocurre una vez cada pocos años.
Si bien tanto las tormentas invernales como los incendios forestales son fenómenos naturales, el cambio climático causado por el hombre está exacerbando la fuerza y la imprevisibilidad de ambos. Una atmósfera más cálida altera patrones climáticos establecidos desde hace mucho tiempo, provocando períodos de sequía más intensos en algunas áreas y precipitaciones más intensas en otras.
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