El estado de Idaho falló en el proceso de pena máxima para Thomas Eugene Creech, un asesino serial con más de 50 años tras las rejas.
Thomas Creech no pudo ser ejecutado porque el equipo médico encargado del proceso no fue capaz de insertar la sonda intravenosa para el procedimiento de inyección letal.
En ese sentido, el imputado de 73 años no logró ser ejecutado y fue trasladado de nuevo a su celda en el Instituto Correccional del Estado de Idaho.
Creech debía recibir una inyección con cinco gramos de pentobarbital, un potente sedante, sin embargo el proceso no pudo ser llevado a cabo y el equipo médico dijo no poder llevar a cabo la ejecución de la pena máxima.
El reporte indica que intentaron inyectarle en ambos brazos y en las piernas pero no tuvieron éxito.
Te puede interesar: Hombre acusado de agredir a un bombero con una jeringa en Nashville
Antes de la ejecución fallida, a Creech se le permitió pasar tiempo con su esposa la noche anterior. Pidió pollo frito, puré de patatas, salsa y helado como comida final.
Esta sería la primera ejecución en Idaho tras 12 años desde que se completó la última.
En las leyes de ejecución de Idaho, se autoriza el uso de un pelotón de fusilamiento como método de ejecución, si se considera que la inyección letal no está disponible.
De momento, no está claro si este será el destino de Creech, de momento los abogados de la defensa presentaron una nueva moción para detener la ejecución.