Al doctor Víctor Morato se le quiebra la voz cuando recuerda cómo un grupo de monos aulladores le extendía la mano en busca de auxilio. Decenas de estos animales han muerto en el sur de México presuntamente por las altas temperaturas.
Director de un hospital veterinario en la localidad de Comalcalco (estado de Tabasco, sur), este zootecnista y su equipo han atendido en la última semana a ocho monos aulladores, especie catalogada en peligro de extinción por las autoridades mexicanas.
Los primates de pelaje negro fueron llevados a ese centro por pobladores.
«Cuando llegaron aquí en su agonía nos tendían la mano como diciendo ‘ayúdame’. Se me hace un nudo en la garganta», comenta el especialista a la AFP en su consultorio.
Días atrás soltaron a cuatro ejemplares en su hábitat y otros cuatro siguen internados, incluido uno que Morato llama cariñosamente «Bernabé», el caso más grave de todos, que apenas puede mantener los ojos abiertos.
Morato explica que varios monos siguen delicados, pues al desmayarse por el calor caen de los árboles de 15 a 20 metros de altura. Varios de ellos llegaron a su clínica con una temperatura corporal de 43 grados centígrados.
«Estamos luchando por salvar a los que nos quedan para poderlos liberar, pero sí es importante que hagamos conciencia de que son similares a nosotros», señala.
– Casi 50 grados –
La Secretaría del Medio Ambiente investiga la mortandad, siendo las altas temperaturas que afectan a gran parte del país la causa más probable.
Además de golpes de calor y deshidratación, ese ministerio estudia otras hipótesis como desnutrición o fumigación de plantíos con agrotóxicos.
Las muertes se han extendido al estado de Chiapas (sur).
Los monos aulladores son casi imperceptibles entre el denso follaje de la selva de Comalcalco.
Por eso, el chillido característico de uno de ellos da alivio a Leonardo Sánchez, uno de los voluntarios que acopia agua y fruta para ayudar a los animales en una finca productora de cacao.
Arriba de él, al menos cinco ejemplares permanecen en lo alto de los árboles mientras el termómetro marca casi 40 grados centígrados.
«Por el aumento de las temperaturas hemos tenido una gran cantidad de decesos (de monos) en el municipio», relata a la AFP Sánchez, estudiante de biología de 22 años. «Estamos en zona tropical y el aumento de la temperatura ha sido desproporcional», precisa.
El joven se refiere a que el termómetro ha marcado casi 50º C en las últimas semanas.
El propio presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, oriundo de Tabasco, reconoció el lunes que nunca había experimentado tanto calor en su tierra.
«Nunca había sentido tanto como ahora. Tabasco está muy caluroso», dijo.
En la finca de cultivo de cacao viven al menos dos grupos de monos aulladores, entre los que se han registrado cuatro muertes.
Cerca de Sánchez, un grupo de voluntarios acarrea botes de agua para refrescar a los animales, y otros llevan cal para enterrar a los fallecidos. Otros colaboradores han apilado varios kilos de mango para alimentarlos.
– Fosa repleta –
Bersabeth Ricardez, otra voluntaria que coordina la ayuda para los animales, acusa también de las muertes a quienes queman hierba para la agricultura y tiran basura.
«Ahorita son los monos, mañana vamos a ser nosotros», advierte molesta en otra área de Comalcalco.
Cerca de allí, un pequeño buitre merodea anticipando algo que hasta hace poco Bersabeth no creyó posible.
En una pequeña fosa, pobladores enterraron a varios de los animales muertos. El área está repleta de moscas que revolotean cerca del pelaje de uno de los monos. El olor se torna nauseabundo.
«Es algo muy triste. Llevaban como 30 monos muertos en la fosa. Son solo monos adultos», dice Bersabeth.
Las altas temperaturas han provocado récords de calor en México. En la localidad de Gallinas (San Luis Potosí, noreste) llegó a 49,6 grados Celsius el 10 de mayo.
La ola de calor ha provocado, además, que los niveles de varias presas en el país se reduzcan y grupos ganaderos han reportado la muerte de cientos de animales.
Pese a la dificultad para socorrer a los aulladores, los voluntarios de Tabasco no se rinden.
En los árboles a su alrededor, han colocado botes con agua y fruta para que los monos se puedan refrescar y alimentar, sin certeza clara de cuándo volverán las lluvias.
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