La voces de la comunidad internacional se alzaron contra el gobierno de Nicolás Maduro durante la mayor cita diplomática anual de la ONU en Nueva York para que ponga fin a la crisis poselectoral y entable un diálogo con la oposición para iniciar una transición pacífica.
Una treintena de países liderados por Estados Unidos y Argentina instaron este jueves a los líderes políticos venezolanos a que inicien negociaciones «constructivas e inclusivas» con vistas a una «transición con garantías» para resolver la crisis política y «restaurar las instituciones democráticas pacíficamente».
Asimismo pidieron el fin de la «represión generalizada» contra la oposición y de «los abusos y violaciones de los derechos humanos» tras la victoria de Nicolás Maduro, que la oposición considera fraudulenta, en las elecciones del 28 de julio.
Maduro fue declarado ganador con el 52% de los votos para un tercer periodo consecutivo, sin haber presentado hasta ahora los resultados detallados del escrutinio, como obliga la ley.
Liderada por María Corina Machado, la oposición publicó en un sitio web copias de cerca de 80% de las actas electorales, que demostrarían la victoria de su candidato, Edmundo González Urrutia. El opositor se exilió en España a inicios de septiembre luego de permanecer más de un mes en la clandestinidad.
La proclamación del mandatario izquierdista desató protestas que dejaron 27 muertos -dos de ellos militares-, casi 200 heridos y más de 2.000 detenidos, según cifras oficiales.
Según un panel de expertos de la ONU, el proceso electoral de Venezuela «no cumplió con las medidas básicas de transparencia e integridad».
Una misión de observadores del Centro Carter consideró que la elección «no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática».
– «Escuchar sus voces» –
«Si tenemos un objetivo único, éste es garantizar que la voluntad y los votos del pueblo venezolano sean realmente respetados, que puedan determinar su propio futuro» y sus voces sean «escuchadas», dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en la apertura de la reunión realizada con países mayoritariamente europeos y algunos latinoamericanos. Entre éstos no aparecían Brasil, Colombia o México, según la lista del departamento de Estado.
Desde la tribuna de la Asamblea General muchos mandatarios latinoamericanos han pedido a Venezuela que muestre y reconozca los resultados de las urnas, lo que es considerado en Caracas como «ataques terroristas» contra el presidente Maduro.
Este jueves, el uruguayo Luis Lacalle Pou pidió a la ONU «actuar por Venezuela».
«Todos sabemos lo que viene pasando ya hace mucho tiempo en este país. Y muchos gobiernos y muchos líderes mundiales han mirado para el costado, por falta de interés de algunos de ellos, o lamentablemente algunos por interés», enfatizó.
El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, también había considerado «imperativo el respeto de la voluntad del pueblo venezolano» y condenó las «detenciones o amenazas contra los líderes políticos».
Presidente uruguayo Luis Lacalle Pou durante su alocución en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, el 26 de septiembre de 2024.
– 7,8 millones de migrantes –
En los últimos 25 años, desde la llegada de Hugo Chávez, reemplazado a su muerte en 2013 por Maduro, unos 7,8 millones de venezolanos han salido del país. La mayoría a los países vecinos, como Colombia, Perú, Chile, Argentina o Ecuador.
Aunque en los dos últimos años muchos se han dirigido a Estados Unidos. Solo en el último año, unos 477.000 cruzaron a pie el Darién, dijo recientemente la organización HRW.
Chile ya «no está en condiciones de recibir más migración» de Venezuela, advirtió el martes el presidente Gabriel Boric en la ONU.
Boric, que ha denunciado «el fraude electoral» de Maduro, culpó de la crisis migratoria también a las sanciones económicas por Estados Unidos.
«Las sanciones económicas golpean más al pueblo venezolano que a sus actuales gobernantes. Golpean a los humildes, a los trabajadores», dijo el mandatario.
Al régimen de Maduro «no le importa su gente», sostuvo por su parte la canciller argentina Diana Mondino, que reconoció «que no siempre es fácil absorber ese increíble» número de migrantes.
La justicia argentina, recordó, ha emitido órdenes de detención por crímenes contra la humanidad dirigidas a Maduro y una treintena de responsables de su gobierno.
af/mel
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