Un grupo de alrededor de 250 migrantes, integrado por ciudadanos hondureños y venezolanos, emprendió su camino desde la capital de Honduras hacia el punto fronterizo de Corinto, que conecta con Guatemala, con la meta final de llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades.
La salida tuvo lugar el miércoles desde la Gran Central Metropolitana, la principal terminal de autobuses de San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras.
Los migrantes, quienes pernoctaron en la terminal la noche anterior, comenzaron su travesía a pie con la esperanza de alcanzar el anhelado «sueño americano».
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Dentro de la caravana se encuentran mujeres con niños pequeños, grupos familiares y amigos procedentes de distintas regiones de Honduras, así como numerosos ciudadanos venezolanos.
La falta de empleo y la inseguridad fueron citadas como las razones principales que motivaron su decisión.
Desde la primera caravana en octubre de 2018, miles de hondureños han intentado cruzar las fronteras hacia Estados Unidos a través de puntos como Agua Caliente y Corinto.
Según organizaciones de derechos humanos, entre 700 y 1,000 hondureños abandonan su país diariamente debido a la falta de empleo y la inseguridad.
La situación de los migrantes refleja la urgencia y la búsqueda de una vida mejor ante la falta de posibilidades en sus países de origen.
