Las autoridades de Brasil informaron que, a causa de las intensas lluvias que han golpeado el sur del país, se han registrado hasta el momento 152 muertos, 104 desaparecidos y aproximadamente 615.000 personas desplazadas.
En la región de Rio Grande do Sul, la más afectada, se reportaron un total de 151 fallecidos, con el 90% de los municipios afectados y 2,1 millones de damnificados.
En la capital, Porto Alegre, las aguas han comenzado a retroceder después de dos días sin lluvias, y el río Guaíba, que provocó inundaciones en el centro de la ciudad, ha descendido por debajo de los 5 metros.
En las zonas donde las aguas retrocedieron, se pueden observar los estragos dejados por las inundaciones, incluyendo animales muertos y un fuerte olor. Sin embargo, en el sur del estado, en la Laguna de los Patos, el nivel del agua continúa aumentando, lo que ha llevado a la declaración de alerta para los municipios cercanos.
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A pesar de que las autoridades lograron restablecer los servicios de agua y luz en el 95% de los hogares afectados, alrededor de 90 vías permanecen bloqueadas y el principal aeropuerto de la región, el de Porto Alegre, sigue cerrado.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en su tercera visita a la región, anunció un nuevo paquete de ayuda para unas 200.000 familias en Rio Grande do Sul que han perdido todo a causa de las inundaciones.
El Gobierno brasileño ha asignado 1.200 millones de reales (235 millones de dólares) para ser distribuidos entre las familias afectadas, con el fin de que puedan acceder anticipadamente a fondos de garantías laborales y para la reconstrucción o adquisición de viviendas.
Además, el Senado de Brasil aprobó la suspensión de la deuda del estado de Rio Grande do Sul con el Tesoro por tres años, lo que se espera contribuya significativamente a la pronta recuperación de la región.
