Adair, Iowa.- El martes fue testigo de una tragedia sin precedentes en la localidad de Greenfield, donde un poderoso tornado arrasó con todo a su paso, dejando un paisaje desolador de casas destrozadas, vehículos aplastados y árboles derribados.
Los fuertes vientos retorcieron molinos de viento y sembraron el caos en esta comunidad de aproximadamente 2,000 habitantes.
Como resultado de la devastación, numerosas vidas se perdieron y al menos doce heridos graves tuvieron que ser evacuados a centros médicos cercanos, según informó el sargento de la patrulla estatal de Iowa, Alex Dinkla, en una conferencia de prensa urgente llevada a cabo la noche del martes.
Dinkla confirmó el trágico saldo de fallecimientos debido al tornado, y aunque se cree que se ha localizado a todos los residentes de la zona afectada, las autoridades siguen en alerta por posibles desapariciones.
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Por su parte, el condado Adair anunció en sus redes sociales la apertura de un centro de triaje en la escuela secundaria de Greenfield para brindar atención médica a quienes lo necesiten.
El impacto del tornado en Greenfield, ubicado a unos 88 kilómetros al suroeste de Des Moines, fue parte de una serie de tormentas que azotaron varios estados, incluidos Iowa, Wisconsin y Minnesota, causando estragos con la formación de al menos 23 tornados, según datos del Servicio Meteorológico Nacional.
Ante la magnitud de la tragedia, las autoridades locales establecieron un toque de queda, restringiendo la entrada únicamente a residentes hasta la mañana del miércoles y ordenando la salida de los medios de comunicación en la noche del martes.
La comunidad de Greenfield se encuentra inmersa en un escenario de dolor, caos y destrucción, mientras los residentes se unen en un esfuerzo común para recuperar lo perdido y encontrar consuelo en medio de la adversidad.
