El Urawa Red Diamonds tiene mucho que ganar y poco que perder en su semifinal del Mundial del Clubes, el martes en Yeda ante el Manchester City, favorito indiscutible para el partido, aunque los japoneses no cierran la puerta a la esperanza.
. Un trabajo hercúleo
Porque superar a los ‘Citizens’ supone un reto actualmente a la altura de muy pocos. El conjunto inglés vive en 2023 el mejor año de su historia, con una cosecha de títulos que van desde la Champions League de la UEFA a la Supercopa de Europa, pasando por la Premier y la FA Cup.
Luego de haber levantado su primera ‘Orejona’ los hombres de Pep Guardiola quieren inscribir su nombre por primera vez en el Mundial de Clubes y así «cerrar el círculo», en palabras del entrenador catalán.
Por plantel y renombre mundial la balanza se decanta por completo del lado del City, que, bajo capital de Emiratos Árabes Unidos y de la mano de los cuantiosos ingresos del campeonato inglés, ha conformado un elenco de ensueño en el que destacan figuras de talla mundial como Erling Haaland, Kevin de Bruyne, Jack Grealish, Josko Gvardiol o Kyle Walker.
De los 23 jugadores que el técnico polaco Maciej Skorza ha llevado a Arabia 18 son japoneses, con el defensor Hiroki Sakai y el volante Atsuki Ito como dos de los escasos futbolistas internacionales con los ‘Samuráis Azules’ que militan en el campeonato nipón. La responsabilidad del gol recae en el guineano, nacido en España, José Kanté.
La historia tampoco avala la candidatura del Urawa para medirse en la final con el ganador del duelo entre Fluminense y Al-Ahly. Nunca en las 19 ediciones precedentes del torneo el representante asiático ha ganado un partido al campeón de la Liga de Campeones.
Y el ‘rey de Europa’ superó la semifinal en las 18 ediciones previas del Mundialito -no disputó la final únicamente en la primera edición, en la que una liguilla clasificaba al partido por el título-.
. Soñar está permitido
Sin embargo, no todos los datos invitan al pesimismo para el club de Saitama, que presume de contar con algo más de experiencia que su rival del martes en Mundiales de Clubes, porque si los ‘Sky Blues’ se estrenan este año, el Urawa vive su tercera participación, tras 2007 y 2017.
En su primera presencia logró su mejor resultado hasta el momento, un tercer puesto tras haber perdido la semifinal ante el AC Milan y ganado la final de consolación en los penales ante el Étoile du Sahel tunecino.
Diez años después su recorrido fue más corto ya que cayó ante el Al-Jazira emiratí en cuartos de final.
El Urawa venció 1-0 en cuartos al Club León de México el pasado viernes, un día antes de que el Manchester City disputase su último partido antes de viajar a Yeda, ante el Crystal Palace (2-2).
Los nipones, llegados a Arabia hace casi una semana, cuentan con un mayor tiempo de adaptación y preparación para el partido, mientras que la final está prevista tres días después. Una situación que no se le escapa a Guardiola: «Seis o siete horas de vuelo, sólo tres días para recuperar, tres días para una eventual final», se lamentó el sábado el técnico catalán.
Además, la presencia para el partido del martes de Halaand está en duda. El poder ofensivo del City se podría ver reducido sin el delantero noruego, que se ha perdido los tres últimos partidos de su equipo, toda vez que la relación con el gol del hombre llamado a reemplazarle, el argentino Julián Álvarez, no vive su mejor momento.
Tampoco el City llega a Arabia en modo apisonadora. Aunque en Champions se ha clasificado con brillo a octavos, en la Premier suma cuatro empates y una derrota en sus seis últimos partidos.
La ilusión por hacer historia y colarse por primera vez en la final de un Mundial de Clubes es otra baza a favor de los ‘Red Devils’, que comparten apodo con el Manchester United, vecino de los ‘Citizens’.
Aunque el actual director del City, el antiguo jugador español ‘Txiki’ Begiristain, vistió los colores del Urawa Red, el fútbol nipón carece de la visibilización y del seguimiento mediático de las grandes ligas europeas, lo que puede convertir el rendimiento del Urawa en una incógnita y sorprender a más de uno.
«Creo que los japoneses se caracterizan por un espíritu de equipo muy fuerte. Forman un equipo bien estructurado y equilibrado. Son muy buenos como grupo. Ese es nuestro punto fuerte, pero también nuestro punto débil… ¿Los aspectos negativos? Podría decirse, tal vez, que una falta de imaginación e individualismo», resumía antes de medirse con el León el central danés del Urawa Alexander Scholz.
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