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miércoles, diciembre 4, 2024

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«Sigo siendo el mismo»: el perfil bajo del tirador turco que se hizo viral

La modestia es un rasgo del carácter del turco Yusuf Dikeç, el subcampeón olímpico en París-2024 en tiro que ganó fama mundial al hacerse viral en redes sociales, con imágenes disparando con una mano en el bolsillo, sin gafas de protección ni casco.

«Sigo siendo el mismo. Un día después de nuestra medalla de plata [en tiro con pistola desde 10 metros], todo el mundo me hablaba de cuántas veces mis fotos habían sido compartidas en las redes sociales. Pero eso no tiene ninguna importancia para mí, yo sigo con mi vida, como antes», afirma a la AFP en el polígono de tiro donde acostumbra a entrenar en Ankara, la capital turca.

Su postura relajada, con aparente dejadez, se convirtió en un símbolo de victoria y varios deportistas de los Juegos Olímpicos le han imitado tras ganar una medalla, especialmente el sueco Armand Duplantis tras lograr el oro con nuevo récord mundial en el salto con garrocha.

Incluso el patrón de la red social X, Elon Musk, compartió un vídeo suyo, que fue visto 170 millones de veces. En las redes sociales han proliferado estos días infinidad de vídeos, bromas y montajes con esas imágenes.

– Sin necesidad de material –

Para Yusuf Dikeç, de 51 años, el auténtico éxito es esta medalla olímpica, la primera para Turquía en la prueba mixta de pistola de aire comprimido desde 10 metros. Obtuvo esa plata haciendo equipo con su compañera Sevval Ilayda Tarhan.

«Algunos pensaron que mi mano en el bolsillo era un gesto de arrogancia. Esa gente no sabe nada sobre mí o sobre el tiro deportivo», cuenta entre risas.

«Lo hago únicamente para tener mi cuerpo más estable, para estar en equilibrio. No hay que buscar más allá de eso», añade.

Policía retirado desde hace un año, Yusuf Dikeç prefiere tirar sin material de protección.

«Como tiro con los dos ojos abiertos, no me siento cómodo con las gafas de protección, con los cascos o con cualquier otro accesorio. Por eso no los utilizo», explica.

AFP
Sevval Ilayda Tarhan y Yusuf Dikeç con su medalla de plata olímpica de tiro con pistola de aire comprimido desde 10 metros. En Châteauroux (Francia), el 30 de julio de 2024

Una preferencia que también tiene su compañera Sevval Ilayda Tarhan, que también tira con la otra mano en el bolsillo. En su caso, con una gorra como única accesorio.

Esta joven de 24 años comenzó en el tiro deportivo cuando tenía 15 y soñaba con ser policía o militar algún día.

«Acabamos de demostrar al mundo que se puede obtener éxito sin necesidad de material», se enorgullece.

Para Yusuf Dikeç, más que confianza en sí mismo o autosuficiencia, su postura tirando simboliza el espíritu olímpico.

«El juego limpio, el rechazo al dopaje y el desafío del talento y la anatomía humana en un estado natural forman parte del espíritu olímpico. Hay algo bonito, natural, en ese gesto. A la gente le ha gustado y eso me gusta a mí», afirma.

– Pasión –

Para él, esta fama repentina viene después de 24 años de práctica intensa del tiro, un deporte que comenzó en el seno del cuerpo de policía. Antes de los Juegos Olímpicos venció en numerosos campeonatos de nivel mundial o europeo.

Para preparar París-2024 estuvo entrenando al menos cuatro horas por día y seis días por semana durante un año.

Dikeç lamenta, eso sí, haber dejado escapar por poco la medalla de oro en París-2024, que espera conquistar dentro de cuatro años en los Juegos Olímpicos de Los Angeles-2028.

«Somos uno de los mejores equipos del mundo. Puedo incluso deciros que somos los mejores. Hemos trabajado muy duro, tanto que hemos batido un récord olímpico. Simplemente, no tuvimos fortuna el día de la final», valoró.

AFP
El sueco Armand Duplantis reproduce el gesto del tirador turco Yusuf Dikeç tras ganar el oro olímpico en salto con garrocha. En Saint-Denis (norte de París), el 5 de agosto de 2024

En su opinión, para triunfar en el deporte no basta el trabajo, también hace falta pasión.

«Se lo dije incluso a Elon Musk», dice en alusión a una conversación que tuvo con el millonario a través de la red social X.

«Le pregunté si los robots pueden ganar una medalla con la mano en el bolsillo. No creo que puedan porque hay cosas que ni la tecnología, ni el dinero, pueden conseguir. Hace falta también corazón», sentencia.

bg/ach/fby/dr/mcd

© Agence France-Presse

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