La leyenda panameña del boxeo Roberto «Manos de Piedra» Durán, hospitalizado por una complicación cardíaca, ha tenido una vida de película entre el ring y las fiestas, y es seguramente la persona más venerada en su país.
A sus 72 años, el excampeón fue ingresado a un hospital, donde le colocarán un marcapasos tras sufrir un bloqueo auriculoventricular completo, según informó su familia.
Como profesional combatió desde los 16 hasta los 50 años. Protagonizó 119 peleas, 103 ganadas y 16 perdidas.
Lo noquearon cuatro veces y mandó a dormir sobre la lona a 70 de sus oponentes, lo que le valió el apodo de «Manos de Piedra».
Fue campeón mundial en distintas categorías, incluyendo la de pesos ligeros, que ganó en 12 ocasiones.
Entre sus peleas, los aficionados recuerdan la victoria sobre el escocés Ken Buchanan (1972) y los estadounidenses Sugar Ray Leonard (1980), Davey Moore (1983) e Iran Barkley (1989).
– Fiel cliente de taberna –
Nació el 16 de junio de 1951 en el popular barrio El Chorrillo de la capital panameña, pero ahora vive en El Cangrejo, un barrio bohemio próximo al distrito financiero de la ciudad. En la Vía Argentina, a una cuadra de su hogar, fue erigida una estatua en su honor.
El exboxeador camina con frecuencia por la Vía Argentina para ir a su bar favorito, «La Taberna 21». Cuando está en Panamá visita casi diariamente este local español, donde celebró su cumpleaños el año pasado.
A lo largo de su vida, Durán ha hecho amistad con muchas celebridades, entre ellas el astro argentino del fútbol Diego Armando Maradona, fallecido en 2020, quien por diversión combatió con él unos minutos en un ring.
Casado con Felicidad Alegría, «Fula», a quien conoció cuando eran adolescentes, tienen ocho hijos, aunque se rumorea que el exboxeador tiene también otros hijos fuera del matrimonio.
– «A defender a Noriega» –
Dicen que en 1989 cuando Estados Unidos invadió Panamá para derrocar al dictador Manuel Antonio Noriega, Durán estaba tan borracho que quería enfrentarse a golpes con los invasores.
Pero él desmintió esa versión en una entrevista con la AFP en Ciudad de México, en octubre de 2016: «¡No a golpes, a tiros, que no es lo mismo!», dijo.
Quien lo convenció de irse del bar fue un amigo. El expúgil contó que al salir, miró al cielo, que se ponía rojo, blanco, azul, negro. «Y yo dije: ‘Coño, pero qué fuegos más lindos’. ‘No, compadre, vámonos para la casa que esto es la invasión'».
Una vez en su hogar insistía en tomar un par de ametralladoras que había comprado para salir a combatir al grito de «¡Vamo’ a defender a Noriega!». Lo siguiente que recuerda es que amaneció amarrado a los pies de la cama.
La fachada de su casa en El Cangrejo exhibe viejas fotos del boxeador y afuera siempre tiene varios autos estacionados, entre ellos un Rolls-Royce clásico.
En 2016, el director venezolano Jonathan Jakubowicz llevó a la gran pantalla la vida de Durán con la cinta «Hands of Stone», protagonizada por el también venezolano Édgar Ramírez, en el papel del púgil panameño, y Robert De Niro.
Y es que Durán ha tenido una vida de película, entre el boxeo y las fiestas.
– Superó el covid-19 –
Cuentan también que una vez Durán se gastó un anticipo de 100.000 dólares en una semana de festejos, pero en la entrevista de 2016 el exboxeador desmintió esa versión entre risas: «me los gasté en tres días».
El excampeón fue hospitalizado en junio 2020 al contraer covid-19, en los días en que Panamá registraba un récord de casos del virus, pero se recuperó.
Asistió como invitado especial a los Juegos Panamericanos de Santiago-2023, donde presenció varios duelos de boxeo.
Con frecuencia acuden turistas a su casa a pedirle un autógrafo, que él les firma con agrado.
Y en julio pasado fue recibido como un héroe a bordo del buque escuela chileno «Esmeralda», que atracó en Panamá en una travesía de instrucción por el continente.
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© Agence France-Presse