Una emotiva historia ocurrida en Reino Unido ha captado la atención de medios de comunicación alrededor del mundo.
Se trata de una perrita llamada «Poppy» que permaneció junto al cuerpo sin vida de su dueña, una mujer de 76 años. En Daily Mail se señala que el cadáver fue hallado por Christie Powell, una vecina que se desempeña como peluquera de perros y solía atender a esta pareja de amigas. «‘Poppy’ siempre ladra y la oyes si tocas la puerta, pero cuando di la vuelta (para regresar a su casa) no la oí ladrar. Pensé ‘ay no, aquí algo no está bien'», dijo al citado medio.
Luego de no recibir respuesta al tocar la puerta de la casa, Powell corrió las ventanas y pudo ver el cuerpo de la anciana con su mascota encima. De inmediato llamó a emergencia, buscó galletas para perros y se las tiró al can para que pudiera comer mientras llegaba la ambulancia.
Kate Di Francesco, la hermana de Christie, se la llevó a la perrita a su hogar temporalmente, y aunque recibe tratamiento, aún permanece en estado crítico. «Está gravemente desnutrida y deshidratada, es literalmente piel y huesos. Puedo poner mi mano alrededor de su cintura, así de delgada es», explicó.
En los últimos días el estado de salud de «Poppy» empeoró. «Tuvo que ser llevada de urgencia al veterinario. Será necesario que le extirpen uno de los ojos, ya que tiene una úlcera perforada», se afirma en una campaña de recaudación de fondos.
«Todavía no está claro si el otro ojo está bien. El veterinario nos dijo que si no la hubiésemos encontrado o llevado al veterinario no habría sobrevivido otra noche (…) Su factura veterinaria llegará a las 1.000 libras esterlinas», detalló Christie.
En una actualización, la vecina dijo que ahora la perrita está en un nuevo hogar y continua recibiendo tratamiento médico para mejorar.