La candidata oficialista Claudia Sheinbaum, favorita para convertirse en la primera presidenta de la historia de México, dijo este martes que la segunda economía de América Latina tiene «un modelo que está funcionando», en entrevista con la AFP.
Sheinbaum destacó la «estabilidad política y apertura comercial» que México ofrece a los inversores, un país cuyo PIB creció 3,9% en 2022 y 3,2% el año pasado, y que espera una creciente inversión extranjera por la llamada relocalización de cadenas de suministro desde Asia («nearshoring»).
«Hay un modelo que está funcionando. Y por otro lado la cercanía con Estados Unidos y el tratado [de libre comercio] que permite también que, frente al conflicto China-Estados Unidos, haya inversión en México», dijo la candidata, de 61 años, a la AFP.
«Nosotros lo que queremos es que esta inversión traiga desarrollo integral para nuestro país», agregó Sheinbaum, quien lidera las encuestas con una ventaja de más de 20 puntos porcentuales sobre su más cercana retadora, la candidata de centroderecha Xóchitl Gálvez.
En declaraciones previas para reporteros de la prensa extranjera, la aspirante izquierdista sostuvo que «México es ejemplo de un buen manejo económico sin ser neoliberal».
«Se ha reducido pobreza y desigualdad a partir de un modelo propio, reconociendo la economía de mercado y la iniciativa privada», agregó.
Sobre la relación con Estados Unidos, Sheinbaum vaticina un curso positivo, independientemente del resultado de las presidenciales de ese país en noviembre próximo, que disputarán el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden.
«Habrá buenas relaciones con Trump o con Biden. Nos necesitan. Los necesitamos», dijo la candidata a los reporteros.
Además de ser destino del 80% de las exportaciones locales, Estados Unidos comparte con México una frontera de más de 3.000 kilómetros y una intensa agenda bilateral, con acento en temas como migración y seguridad.
– Machismo «está quedando atrás» –
Física de profesión y doctora en ingeniería ambiental, Sheinbaum aseguró a la AFP que en su eventual gobierno se buscará «acelerar la transición energética hacia las fuentes renovables y hacer programas de eficiencia energética».
Esta visión contrasta con la política del gobierno del saliente presidente Andrés Manuel López Obrador -que Sheinbaum defiende y promete continuar-, quien impulsó la producción de la endeudada petrolera estatal Pemex.
Frente a la posibilidad de convertirse en la primera presidenta de México, Sheinbaum ve una señal de que «el machismo está quedando atrás».
«Quiere decir que estamos construyendo un país igualitario», afirmó.
La aspirante oficialista suma 58% de las preferencias, según un consolidado de encuestas de la firma Oraculus, seguida por Gálvez con un 35%, y por el candidato centrista Jorge Álvarez Máynez, con el 8%.
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