La ola migratoria que atraviesa México está siendo aprovechada por grupos criminales para secuestrar a migrantes, principalmente en la frontera norte. Un informe de la policía de Chihuahua revela que en los últimos tres años han liberado a más de 1.700 indocumentados víctimas de este delito, lo que representa cerca de un tercio de los casos a nivel nacional.
Migrantes como Manuel, proveniente de Ecuador, narran su terrible experiencia. Tras llegar a Ciudad Juárez desde Ecuador, fue secuestrado y retenido durante 27 días. Para su liberación, su familia tuvo que pagar $4.000 dólares. Una vez libre, Manuel emprendió su camino a pie, enfrentando condiciones precarias y soportando hambre y cansancio.
Los secuestradores no solo extorsionan a los migrantes, sino también a sus familias, quienes venden sus pocas pertenencias para reunir el dinero del rescate. Las restricciones impuestas por el gobierno mexicano solo empeoran la situación, ya que los migrantes buscan rutas alternativas más peligrosas.
La situación se agrava con el aumento de la migración irregular, que en el primer trimestre de 2024 ha registrado un incremento de casi 200% respecto al mismo período del año anterior. En 2023, la asociación civil Alto al Secuestro reportó 772 secuestros de migrantes, cifra que representa un tercio del total nacional.
Se teme que la cifra real de secuestros sea mucho mayor, ya que muchos casos no se denuncian por miedo o por la falta de acceso a las autoridades. La activista Rosa Mani Arias advierte que «puede haber cientos o miles más que están en el anonimato», sin saber su paradero o su destino final.