LOS ÁNGELES, California – La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha implementado un toque de queda obligatorio en ciertas zonas de la ciudad, desde las 8 p.m. hasta las 6 a.m. hora local, una medida que se prevé se extienda por varios días. Esta decisión llega cinco días después de que líderes demócratas insistieran en el carácter pacífico de las protestas, a pesar de la difusión global de imágenes de vehículos incendiados y agentes de policía agredidos.
«Si conducen por el centro de Los Ángeles, los grafitis están por todas partes y han causado daños significativos a negocios y varias propiedades», declaró la alcaldesa Bass el martes por la noche. Su mensaje fue claro: «Si no viven o trabajan en el centro de Los Ángeles, eviten la zona. Las fuerzas del orden arrestarán a quienes incumplan el toque de queda y serán procesados».
Bass explicó a la prensa que, si bien se había considerado un toque de queda durante varios días, la decisión final se tomó tras los saqueos y la destrucción de 23 negocios el lunes por la noche. El toque de queda afectará la zona comprendida entre las autopistas 5 y 110, y la autopista 10, hasta la confluencia de la 110 y la 5. La alcaldesa indicó que se aplicarán excepciones limitadas para residentes, personas que se desplacen al trabajo y representantes de medios de comunicación acreditados.
Por su parte, el jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, informó el martes que su departamento realizó 197 arrestos: 130 cerca de Commercial y Alameda, y 67 después de que los manifestantes ocuparan la autopista 101.
