Cumplida la primera semana competencias de París-2024, Francia no sólo pelea por el liderato del medallero sino que ya encontró a su gran símbolo de los Juegos, Léon Marchand, un nadador de rostro aniñado que fue capaz de emular al coloso Michael Phelps.
Marchand, de 22 años, culminó la noche del viernes una de las mejores actuaciones de la natación olímpica colgándose su cuarto oro individual en los 200 m estilos.
Esta cosecha sólo había sido lograda en unos Juegos por la alemana Kristin Otto y los estadounidenses Mark Spitz y el propio Phelps, a quien Marchand arrebató además dos récords olímpicos.
Estos fueron los segundos Juegos del nuevo ‘Rey Léon’ francés, tras un primer paso sin podios por Tokio-2020.
Sin embargo, los resultados obtenidos posteriormente por Marchand lo colocaban entre las grandes esperanzas para emocionar al público local en estos Juegos.
La carrera del nadador de Toulouse dio un salto de calidad en los Mundiales de Budapest de 2022, donde se apoderó de dos oros (200m estilos y 400m estilos) y una plata (200m mariposa).
Marchand confirmó su potencial el año pasado en los Mundiales de Fukuoka, esta vez con tres oros, en 200m mariposa y en 200m y 400m estilos.
Y fue precisamente en esta última distancia en la que dejó huella, al pulverizar con un tiempo de 4:02.50 minutos el récord del mundo de la categoría, hasta entonces en mano de Phelps.
– Phelps, el gran referente –
Si bien la comparación con el ganador de 23 oros olímpicos sigue siendo muy osada, Marchand se atrevió a abordar en París gestas que el ‘Tiburón de Baltimore’ ni siquiera intentó.
A su primer oro del domingo en los 400 m estilos, el francés le sumó el miércoles los de 200 m mariposa y 200 m braza en una misma noche de gloria olímpica.
Sus hazañas han impresionado al mismísimo Bob Bowman, el mentor de Phelps, que desde hace tres años dirige la carrera de Marchand en Estados Unidos.
«Ha sido simplemente un éxito total, en mi forma de ver las cosas», lo felicitó Bowman. «Estoy muy orgulloso de él. Se necesita mucho para ser perfecto».
– Un desafío y una suerte –
Además de su deslumbrante rendimiento en el agua, Marchand también ha sorprendido por su manejo de la enorme presión que le rodeaba en París.
Ayudado por un preparador mental desde hace años, Marchand es descendiente de una estirpe de nadadores (su padre Xavier compitió en Atlanta-1996 y Sídney-2000, su madre Céline Bonnet en Barcelona-1992 y su tío Christophe en Seúl-1988 y Barcelona-1992), lo cual también le ayudó a anticipar y manejar las expectativas.
«Me preparo mental y físicamente para eso. Lo entendí cuando batí el récord de Michael (Phelps). Enseguida me dije en mi cabeza: ‘bueno, los Juegos de París van a ser diferentes de lo que había imaginado’, relató.
Para el público francés, la actuación de Marchand ha impresionado y emocionado a partes iguales.
Más de 13.000 aficionados llenaron cada noche la piscina de La Défense y los cánticos de ‘Léon, Léon’ se escucharon en las tribunas desde horas antes de sus pruebas.
El viernes compareció el presidente Emmanuel Macron, quien se desdobló para alentar a Teddy Riner a erigirse en el judoca más laureado y gritó también de júbilo con los puños alzados en el triunfo de Marchand.
La cosecha del nadador ha sido clave para que Francia ocupe el segundo lugar del medallero con 11 oros, por delante de los nueve de Estados Unidos.
Situada junto a Francia se encuentra Australia y por encima sólo China, con 13 preseas doradas.
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