Los Angeles Lakers del inagotable LeBron James y los pujantes Indiana Pacers del joven Tyrese Haliburton se citaron el jueves para la final de la edición inaugural de la Copa de la NBA que se disputa en Las Vegas (Nevada).
‘King James’, quien cumplirá 39 años el 30 de diciembre, firmó una actuación de récord con 30 puntos en solo 23 minutos en pista en la paliza de los Lakers 133-89 ante los New Orleans Pelicans.
De su lado, Haliburton logró 27 puntos y 15 asistencias dirigiendo con maestría el inesperado triunfo de los Pacers 128-119 ante los Milwaukee Bucks de Giannis Antetokounmpo.
La final del sábado en el T-Mobile Arena de Las Vegas definirá al primer ganador de la Copa de la NBA, torneo creado para dotar de mayor emoción y competitividad a los primeros meses de la temporada y que entregará un premio de medio millón de dólares a cada jugador del equipo campeón.
Tras ver caer a los Bucks de Antetokounmo y Damian Lillard, LeBron James no permitió ni una sorpresa más en este torneo y machacó a la defensa de los Pelicans con 30 puntos (9-12 en tiros de campo), 5 rebotes y 8 asistencias en solo 23 minutos sobre la pista del T-Mobile Arena, que lucía un diseño especial con los colores azul y rojo.
Según destacaron los Lakers, ningún jugador en la historia había logrado al menos 30 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en 23 minutos o menos.
«Cuando defendemos, nos damos una buena oportunidad de ganar cualquier partido», declaró James. «Nos estamos ayudando unos a otros, estamos compartiendo el balón ofensivamente, y simplemente estamos jugando el básquet de los Lakers».
El alero, sin embargo, quiso evitar cualquier exceso de confianza por el gran estado de forma de su equipo.
«No me estoy volviendo loco por todo esto. Entiendo que ha sido un gran torneo pero aún estamos en diciembre (…) La final será otro partido para que mejoremos», afirmó James, que sigue aspirando a lograr el quinto anillo de su carrera y el segundo en Los Ángeles.
A su lado, Anthony Davis firmó 16 puntos y 15 rebotes en una noche de pesadilla de las figuras de los Pelicans: Zion Williamson, que solo lanzó 8 veces y se quedó en 13 puntos, y Brandon Ingram, que anotó 9.
Los Lakers se fueron al descanso con una ventaja de 13 puntos (67-54), con 21 ya en la cuenta de LeBron, que machacó la moral de su rival con feroces entradas a canasta y tres triples consecutivos.
Con la defensa de los Pelicans derritiéndose, el equipo angelino despegó hasta iniciar el último cuarto con una humillante ventaja de 39 puntos (110-71) y se permitió el lujo de reservar a James y Davis todo el último parcial.
En las gradas, donde no se llenaron del todo los 18.000 asientos, hubo amplia mayoría de aficionados del equipo de Los Ángeles, a unas cuatro horas en auto de Las Vegas.
El propio James, máximo anotador histórico de la NBA, ha expresado su deseo de ser accionista de una futura franquicia de la liga en la capital del juego, que se está convirtiendo en un epicentro deportivo con eventos como el nuevo Gran Premio de Fórmula 1 o el Super Bowl de 2024.
– Pacers despiden a Bucks de Giannis –
De su lado, los Indiana Pacers, una de las 10 franquicias que no han ganado un anillo, tendrán la oportunidad de inaugurar su vitrina el sábado gracias a su victoria en las semifinales ante los Milwaukee Bucks.
Los Pacers sorprendieron a los campeones de liga de 2021 con una gran actuación coral dirigida por Haliburton, que terminó con 27 puntos y 15 asistencias.
El pívot Myles Turner anotó 26 puntos y capturó 10 rebotes para los Pacers, que ya habían despachado en cuartos a otro favorito, los Boston Celtics, y se mantienen invictos en los seis partidos jugados en el torneo.
Antetokounmpo llegó a 37 puntos y 10 rebotes y su nuevo socio Damian Lillard logró otros 24 tantos para unos Bucks que remontaron una desventaja de 12 puntos (63-51) al descanso y entraron por delante (91-94) al último cuarto pero se vieron finalmente sobrepasados por unos jóvenes y hambrientos Pacers.
«Estamos sorprendiendo al mundo. Nadie esperaba que estuviéramos aquí, salvo los chicos del vestuario», resaltó Haliburton. «Pero no hemos venido aquí sólo para jugar uno o dos partidos, vinimos a ganar».
El base, de 23 años, se permitió hacer el emblemático gesto de Lillard de mirarse la muñeca como si tuviera un reloj (‘Dame Time’) cuando anotó el triple que sentenciaba el partido a 50 segundos del final.
«Tantas veces que yo se lo he hecho a la gente, no puedo enfadarme cuando lo hace otra persona. Lo respeto», concedió Lillard.
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