Para el próximo miércoles, el estado de Idaho se prepara para llevar a cabo una pena máxima tras 12 años de haber realizado el proceso de ejecución, en esta oportunidad se trata del cumplimiento de la pena de muerte para Thomas Eugene Creech, un asesino serial de 73 años que lleva 50 años tras las rejas.
Creech será ejecutado a través de la inyección letal por acabar con la vida de un compañero de prisión con un calcetín lleno de pilas, crimen que cometió mientras estaba tras las rejas en 1981.
Antes de ese asesinato, Creech había sido imputado por el homicidio de cinco personas en tres estados y por figurar como principal sospechoso en la muerte de al menos 12 personas.
En algún momento, el imputado reconoció haber matado a unas 50 personas, sin embargo la Fiscalía y los Tribunales desestimaron muchas de las confesiones porque presuntamente se hicieron bajo influencia de personas que ahora están desacreditadas.
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De momento, el proceso está pautado a ejecutarse el próximo miércoles, aunque los abogados de la defensa están presentando apelaciones para detener la ejecución de Creech.
Aseguran que la medida viola los derechos del imputado. Al parecer en los últimos años el hombre presentó buen comportamiento e inclinación a actividades artísticas como la poesía.
Los crímenes de Creech datan desde la década de los 70, cuando asesinó a al menos cinco personas y lo confesó años más tarde. Entre ellos, asesinó a los pintores Thomas Arnold y John Bradford en Idaho. Por estos dos asesinatos fue condenado a muerte, pero la sentencia fue cambiada a cadena perpetua luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos prohibiera las sentencias de muerte automáticas en 1976, según publicó Associated Press.