El huracán Francine avanza rápidamente hacia la costa de Luisiana, donde se prevé que toque tierra en las próximas horas, generando alarmas y advertencias por parte de los meteorólogos sobre los peligros inminentes que representa.
Con una marejada ciclónica potencialmente mortal y vientos destructivos, Francine ha intensificado su fuerza, transformándose de tormenta tropical a huracán de categoría 1 en un corto período, impulsado por las cálidas aguas del Golfo de México.
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC), Francine podría alcanzar la categoría 2, trayendo consigo vientos de entre 155 y 175 kilómetros por hora (96 a 110 millas por hora).
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El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, insta a los residentes de las áreas más afectadas, incluidas Baton Rouge y Nueva Orleans, a completar sus preparativos de emergencia antes de que se agote el tiempo disponible.
“Es crucial que nuestras comunidades se mantengan alertas y tomen decisiones seguras. Una vez que Francine toque tierra, es vital que la población se quede donde está, evitando las carreteras inundadas que podrían complicar el rescate y la recuperación”, enfatizó Landry, quien también anunció el despliegue de la Guardia Nacional de Luisiana para apoyar las operaciones de respuesta ante emergencias.
Con el centro del huracán ubicado a unos 314 kilómetros (195 millas) al suroeste de Morgan City, Luisiana, se mueve hacia el noreste a una velocidad de 19 km/h (12 mph) y presenta vientos máximos sostenidos de 150 km/h (90 mph). Se prevé que gane algo más de fuerza durante la mañana antes de debilitarse rápidamente tras el impacto con tierra.
Las alertas de huracán abarcan desde Cameron hasta Grand Isle, mientras que la alerta de marejada ciclónica se extiende desde la frontera entre Mississippi y Alabama, hasta el límite entre Alabama y Florida.
Las autoridades advierten sobre el riesgo de inundaciones severas que podrían comprometer la vida de los residentes.
Los gobernadores de Luisiana y Mississippi, Jeff Landry y Tate Reeves, han declarado el estado de emergencia, lo que les permite movilizar recursos rápidamente para garantizar la seguridad de la población y la respuesta efectiva ante desastres.
