Un ‘déjà vu’ para el Borussia Dortmund: once años después regresa a la final de la Liga de Campeones y la volverá a jugar donde perdió la de 2013, Wembley. Y dos jugadores de aquel plantel pueden sacarse aquella espina, Mats Hummels y Marco Reus.
Son los dos que siguen jugando para el equipo amarillo y se enfrentarán el sábado al Real Madrid con el objetivo de borrar aquel recuerdo amargo de la derrota en los instantes finales ante el Bayern de Múnich (2-1) por un gol de Arjen Robben.
Poco después de aquella final de 2013, Bruce Springsteen dio un gran concierto en Wembley. El mítico cantante de Nueva Jersey volverá a subir al escenario del coliseo del norte de Londres este año en julio, para demostrar que los viejos rockeros nunca mueren.
Igual que quieren dejar claro ahora Hummels (35 años) y Reus (34 años), ese último en el partido que marcará su despedida del club donde vivió la mayor parte de su carrera.
Hummels, a la final de cabeza
Si el Dortmund sacó billete a Wembley es en gran medida por Mats Hummels, su experimentado baluarte, que no solo aportó su seguridad y oficio para frenar la lluvia de estrellas del PSG en semifinales, sino que además marcó de cabeza en el minuto 50 de la vuelta, para un triunfo 1-0 en el Parque de los Príncipes que fue decisivo.
Kylian Mbappé y compañía, que buscaban remontar el 1-0 adverso de Dortmund, no superaron ese golpe anímico y el choque de París terminó con ese mismo resultado.
Los recuerdos de lo vivido en 2013 resonaron seguramente en su cabeza después del final de ese partido en París.
«Hoy hemos demostrado cómo sabemos jugar a pesar de no ganar. Queremos seguir demostrándolo en los próximos años, espero que lo consigamos y que el Dortmund pueda volver de nuevo a la final», declaró Hummels después de la derrota de hace once años.
Hummels se fue al Bayern en 2015 y se quedó allí hasta 2019, un año antes de que los muniqueses ganaran su última Champions.
Ha costado, pero ahora tanto el Dortmund como él mismo pueden sacarse saldar una vieja cuenta pendiente.
Reus, a por la despedida perfecta
Otro ‘Borusse’ actual que estaba en el equipo en 2013 es Marco Reus, en su caso sin paréntesis porque en todo este tiempo siguió en Dortmund.
El partido del sábado es además el de su despedida después de doce años, ya que a principios de mayo anunció su salida de la entidad al término de su contrato el 30 de junio.
«Acabaré aquí jugando la final de la Liga de Campeones, donde todo comenzó con la final de 2013. Más de diez años después, estar de nuevo en la final con el Borussia Dortmund, ¡es estupendo!», dijo tras las semifinales.
En aquella final perdida, tuvo un papel determinante de manera indirecta en el único gol de su equipo: fue él el que recibió una patada del brasileño Dante que fue castigada con penal, que transformó a continuación Ilkay Gündogan.
Tras la final de 2013, Reus dijo sentirse «vacío» y admitió que su equipo pagó estar «demasiado desesperado por ganar el trofeo». Una lección para esta segunda oportunidad.
Kroos, un partido muy especial
En aquel 2013, un jugador del actual Real Madrid, Toni Kroos, estaba en el plantel del Bayern de Múnich y tiene esa Liga de Campeones en su palmarés, a pesar de que no pudo disputar la final por una lesión sufrida en cuartos de final contra la Juventus, que le tuvo entonces de baja hasta el término del curso.
Esta final en Wembley tiene por lo tanto un sabor especial para él.
«Es Wembley. Es una final. Es todo lo que sueñas con jugador. Hay mucho por ganar y también mucho por perder», afirmó Kroos, que aspira a sumar una sexta Champions a su impresionante palmarés.
Sería la quinta con el Real Madrid, un club al que llegó en 2014 y con el que disputará además su último partido ya que anunció recientemente que se retirará después de jugar la Eurocopa (14 junio-14 julio) con Alemania.
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