El orden de nacimiento de los hijos afecta en su coeficiente intelectual y en el desarrollo de sus personalidades, afirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Illinois.
“Utilizando un diseño entre familias y varios factores contextuales (es decir, edad, sexo, tamaño de la familia, estatus socioeconómico de los padres y estructura familiar), pudimos controlar posibles factores de confusión y estimar las conexiones entre el orden de nacimiento y los resultados en varias categorías sociales“, señala la descripción del estudio.
Según consigna el medio El Debate, el análisis se realizó a 377.000 estudiantes de secundaria estadounidenses, todos de diferentes orígenes sociales y étnicos. Para ello, los científicos utilizaron tres perfiles: el hijo menor, el hijo del medio y el hijo mayor.
El hijo pequeño corre el riesgo de sentirse desplazado a pesar de gozar de mayores libertades que los demás hermanos, afirman en el texto. Además, tienen inclinación por lo arriesgado y por emprender negocios por su cuenta gracias a su actitud aventurera.
“Suelen ser despreocupados, relajados y muy curiosos, aunque también pueden ser rebeldes, porque para ellos las reglas siempre han sido más fáciles”, señalan desde el medio citado.
Por otra parte, los hermanos medianos tiene gran capacidad de adaptación, además de ser más amigables con la gente. “Esto los convierte en muy buenos negociadores ya que tienen que compartir sus juguetes con los demás hermanos”, explican.
Luego, agregan: “Los medianos son buenos compañeros y muy colaboradores, gracias a su empatía superdesarrollada”.
Finalmente, señala el medio citando el estudio en cuestión que el primogénito mayor suele tener el coeficiente intelectual más alto. «A los mayores les gusta tener iniciativa, suelen ser más ambiciosos y atrevidos, gracias a su alto nivel de confianza en sí mismos», concluyen.