Aunque las identidades de los 12 miembros del jurado que decidirán el destino de Donald Trump se mantienen en secreto por seguridad, algunos detalles fueron revelados durante los días de selección que precedieron al primer juicio penal contra un expresidente de Estados Unidos.
Los siete hombres y las cinco mujeres son residentes de Manhattan, uno de los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, tradicional bastión demócrata, donde en las elecciones de 2020 el presidente Joe Biden obtuvo el 76% de los votos y Trump el 22%.
El panel fue cuidadosamente seleccionado por los fiscales y los abogados del expresidente republicano.
Trump está acusado de falsificar registros comerciales de su empresa, la Organización Trump, para reembolsar a su exabogado Michael Cohen un pago de 130.000 dólares a la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels, cuando su relato de un supuesto encuentro sexual con el republicano en 2006 podría haber condenado al fracaso su campaña presidencial de 2016.
El magnate, de 77 años, enfrenta un total de 34 cargos y el jurado tendrá que emitir un veredicto unánime de culpabilidad o inocencia en cada uno de ellos.
Una sola abstención significa un jurado en desacuerdo y un juicio nulo, aunque los fiscales podrían solicitar un nuevo juicio.
El presidente del jurado trabaja en ventas y anteriormente fue camarero. Está casado, no tiene hijos y disfruta de las actividades al aire libre. Dijo que lee las noticias de The New York Times y el Daily Mail, y que ve Fox News y MSNBC.
Dos miembros del jurado, ambos hombres, son abogados. Uno es abogado corporativo, mientras que el otro es un litigante civil que dijo no estar familiarizado con el derecho penal.
Otro de los jurados es un banquero de inversiones que declaró que sigue en las redes sociales a Michael Cohen, exabogado y antiguo hombre de confianza de Trump devenido hoy en su principal acusador, así como a la exasesora del multimillonario, Kellyanne Conway. Cuando se le preguntó sobre sus sentimientos hacia Trump, dijo que son «ambivalentes».
Una mujer miembro del jurado que es gerente de proyectos, en cambio, expresó fuertes opiniones sobre Trump durante la selección del jurado. Lo llamó «egoísta e interesado», pero pasó el filtro de todos modos.
También hay entre los jurados un ingeniero de seguridad, originario de California y casado con una profesora. Cuando se le preguntó durante la selección si le preocupaba emitir un veredicto de culpabilidad, dijo: «No».
Una de las mujeres del jurado es profesora y otra es terapeuta del lenguaje.
La profesora, que no sigue las noticias y afirmó no saber que Trump tenía otros procesos penales, dijo que le gusta que el expresidente «diga lo que piensa». La logopeda declaró que «no conocía muy bien el mundo jurídico», pero que no tendría ningún problema en seguir las instrucciones del juez.
Otra mujer del jurado está recién graduada de la universidad y trabaja como ingeniera de software. Le dijo al juez que su hermana se casaba en septiembre y le preguntó si eso coincidiría con su servicio como jurado.
«Si estuviéramos todavía aquí en septiembre, sería un gran problema», respondió el juez Juan Merchan, provocando risas en la sala.
Uno de los jurados de mayor edad es un administrador de patrimonio jubilado, casado y con dos hijos. Sus aficiones son el simulador de vuelo, el esquí, el yoga y la meditación.
Un miembro del jurado que trabaja en comercio electrónico dijo que «no sigue mucho» las noticias, pero escucha pódcast sobre psicología del comportamiento. «Es mi pequeño hobby», aseguró.
El grupo de jurados se completa con una mujer, fisioterapeuta, casada, sin hijos, a la que le gusta correr y jugar al tenis. Dijo que lee The New York Times y USA Today, y escucha pódcast deportivos y religiosos.
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