Este viernes se dió a conocer en la prensa nacional, que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se encuentra en las etapas iniciales de evaluación de una controvertida propuesta para un reality show televisivo. La premisa del programa involucraría a inmigrantes que competirían en diversos desafíos con el objetivo final de obtener la ciudadanía estadounidense. Un portavoz del DHS confirmó a CNN que la propuesta está bajo revisión preliminar y aún no ha recibido una decisión final.
El productor detrás de la idea, Rob Worsoff, un inmigrante canadiense con experiencia en reality shows como «The Millionaire Matchmaker» y «The Biggest Loser«, defiende su concepto como una «carta de amor positiva a Estados Unidos». Worsoff ha estado presentando esta idea desde la administración Obama y afirma haber mantenido conversaciones avanzadas con el DHS actual, aunque señala que la secretaria Kristi Noem no ha participado en estas discusiones.
La secretaria adjunta del DHS, Tricia McLaughlin, emitió un comunicado a CNN indicando que la agencia recibe numerosas propuestas de programas televisivos anualmente y que cada una se somete a un exhaustivo proceso de evaluación antes de cualquier aprobación o rechazo. McLaughlin también desmintió informes previos, específicamente del Daily Mail, negando que la secretaria Noem haya respaldado o revisado esta u otras propuestas de programas guionizados o de telerrealidad.
Worsoff describe su visión del programa como un «‘The Biggest Loser’ para la inmigración», haciendo una analogía con el reality show de pérdida de peso que también generó controversia. Sin embargo, insiste en que su programa no tendrá perdedores, ya que todos los concursantes son individuos que probablemente se convertirán en ciudadanos estadounidenses. Argumenta que el programa ofrecerá a algunos la oportunidad de avanzar en el proceso migratorio, al tiempo que humanizará y dará a conocer las historias de los solicitantes de ciudadanía al público.
La presentación del programa, titulada provisionalmente «The American«, describe desafíos temáticos relacionados con la historia y la cultura estadounidense en diferentes ubicaciones del país, junto con asambleas públicas y votaciones de eliminación. Worsoff reconoce la alta participación para los concursantes, pero defiende que esto es inherente a cualquier reality show de competición y no considera que sea algo negativo.
