La Concacaf anunció el sábado una «investigación completa» sobre posibles actos racistas de una parte del público del Guadalajara contra el delantero colombiano del América Julián Quiñones, durante la ida de los octavos de final de la Copa de Campeones.
Ambos clubes, rivales históricos en el fútbol azteca, también emitieron el sábado comunicados de apoyo a Quiñones, un jugador nacionalizado mexicano que debutó el año pasado con el ‘Tri’, y anunciaron acciones contra los responsables.
El extremo afrocolombiano, que anotó el primer gol del triunfo 3-0 del América el miércoles, recibió insultos y sonidos de mono por parte de un sector de la grada del estadio Akron de las Chivas, según se observa en unas imágenes que difundidas por redes sociales.
«Concacaf está sumamente preocupada por el vídeo que circula en las redes sociales (…) La Confederación llevará a cabo una investigación completa de todas las pruebas, que incluye obtener declaraciones de ambos clubes y de los oficiales del partido», dijo el organismo rector del fútbol de América del Norte, Centroamérica y el Caribe.
«Concacaf condena cualquier acto de racismo en nuestro deporte y sociedad», recalcó la institución en el comunicado.
El América, de su lado, también reprobó «de manera enérgica los actos de racismo» contra Quiñones y presentó un reclamo ante la Confederación.
«Presentamos una queja formal ante la Concacaf, organizadora del certamen, a fin de que adopte las medidas necesarias que propicien que ese tipo de conductas deleznables puedan ser erradicadas», dijeron las ‘Águilas’ en un comunicado.
El Guadalajara manifestó su apoyo al delantero y se comprometió a investigar el comportamiento de sus seguidores.
En este hecho «se vio involucrado un sector del público ubicado en la cabecera sur del estadio Akron», señalaron las Chivas. «El club tiene una investigación en curso para dar con los responsables y proceder a la sanción correspondiente».
La Liga MX (primera división del fútbol mexicano) también se solidarizó con Quiñones en otro comunicado en el que hizo «un enérgico llamado a la afición y los clubes a no permitir ningún acto de discriminación en nuestros estadios» y advirtió que los responsables «serán sancionados con la prohibición de acceso al estadio durante al menos un año».
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