La policía inició una investigación a raíz de una denuncia que señalaba que Steve Valle, de 31 años, había confesado haber asesinado a sus dos hijos y haber incinerado sus cuerpos. Valle y su pareja, Samantha Sebella, fueron interrogados y negaron tener más de un hijo.
Sin embargo, una búsqueda en la propiedad de Valle, donde supuestamente ocurrieron los hechos, arrojó resultados inquietantes. Perros rastreadores detectaron un pozo de fuego y restos óseos, lo que llevó a los investigadores a sospechar que los niños fueron asesinados y quemados en ese lugar.
Los análisis preliminares de los restos óseos confirmaron que se trataba de fragmentos de hueso, pero aún se necesitan pruebas adicionales para determinar si pertenecen a seres humanos o animales.
La policía ha obtenido evidencia que contradice las afirmaciones de Valle y Sebella. Los registros médicos no muestran ningún registro del nacimiento de los niños, a pesar de que la pareja admitió tener un hijo. Además, el análisis del teléfono de Sebella podría proporcionar más pistas sobre el caso.
La investigación continúa y las autoridades trabajan para esclarecer los hechos y llevar ante la justicia a los responsables de este terrible crimen.