Según un estudio publicado por la revista médica JAMA que se realizó en adultos mayores de 60 años sin demencia, estar sentado durante 10 horas al día podría ser un factor de riesgo de esta condición de salud mental.
Al respecto, Dale Bredesen, investigador y experto en enfermedades neurodegenerativas, afirmó que «la forma más común de demencia es el Alzheimer, y las investigaciones han demostrado que esto se debe en gran medida a dos factores: los energéticos (oxigenación, flujo sanguíneo, función mitocondrial y nivel de cetonas) y la inflamación (que aumenta con patógenos, toxinas, intestino permeable, contaminación del aire, mala dentición, entre otros factores)».
Seguidamente, el profesional indicó que «un estilo de vida sedentario reduce el apoyo energético al cerebro y, a menudo, también se asocia con una mala nutrición. Entonces, sentarse en el sofá y comer papas fritas, por ejemplo, aumenta la inflamación”.
En un reportaje con Well+Good, Bredesen dijo que es crucial priorizar un sueño de calidad, gestionar el estrés a través de prácticas como la meditación y el yoga, y mantener activo el cerebro con juegos y actividades como el sudoku y Wordle.
En información extraída por Infobae se señala que de cerca de 50.000 adultos, 414 fueron diagnosticados con demencia durante el período de seguimiento. Además, aquellos que pasaban más tiempo sentados tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar este padecimiento. Es decir, quienes estaban sentados 10 horas al día tenían un 8% más de riesgo, mientras que aquellos que estaban sentados 15 horas al día triplicaban el riesgo, finalizan.