Los senadores republicanos dudan que los fondos adicionales de 13.600 millones de dólares solicitados por el presidente estadounidense Joe Biden para reforzar la frontera con México sirvan de mucho, al no ir acompañados de un cambio de política migratoria.
Tanto republicanos como demócratas coincidieron este miércoles en la necesidad de una reforma migratoria, dado que la última se remonta 1996.
«Lo que necesitamos es una solución global a un problema global», dijo el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, al comparecer ante el comité de asignaciones del Senado.
«¿Cuántas personas han entrado ilegalmente al país a través de la frontera sur desde que asumió la administración Biden?, en enero de 2021, le preguntó el senador republicano John Hoeven.
«Hay más de 6 millones de interceptaciones (de migrantes) en nuestra frontera sur», respondió Mayorkas, quien no reveló cuántos de ellos siguen en el país pese a la insistencia del senador.
En cambio aseguró que, desde mayo, Estados Unidos ha devuelto o expulsado a más de 350.000 migrantes que no reúnen las condiciones para quedarse.
Según Mayorkas los fondos adicionales permitirían enviar 1.000 funcionarios e investigadores suplementarios a los puertos de entrada para controlar el flujo migratorio.
La solicitud engloba «fondos para ayudar a reforzar la aplicación de la ley, pero no parecen incluir ninguna reforma política», resaltó la republicana Susan Collins, que le preguntó a Mayorkas si el gobierno está dispuesto «a trabajar con el Congreso» para «lidiar con las razones subyacentes del aumento» de migrantes.
No fue la única. Otros republicanos insistieron en este punto, como Shelley Moore Capito y Cindy Hyde-Smith, quien tachó de «fallida» la política migratoria de Biden.
«Necesitamos inmediatamente el financiamiento que solicitamos» pero «es unánime» que el sistema «necesita urgentemente una reforma», argumentó Mayorkas.
– «Solución integral» –
Por falta de acuerdo en el Congreso Biden ha incumplido su promesa de reforma migratoria para abrir la vía a la ciudadanía a millones de migrantes y sobre todo a los «soñadores» o «dreamers», como se conoce a los jóvenes que llegaron a Estados Unidos de niños.
El presidente demócrata, candidato a la reelección en las presidenciales de 2024, probablemente tenga como rival a su predecesor, el republicano Donald Trump, quien tiene claro que si vuelve a la Casa Blanca enviará tropas a la frontera para detener lo que califica de «invasión».
Mayorkas se quejó de un procedimiento demasiado largo que al final desemboca en el 75% de las solicitudes de asilo denegadas.
Entonces, preguntó el republicano Lindsey Graham, «¿trabajaría conmigo para cambiar el estándar de evaluación inicial?»
«Trabajaré con usted para lograr una solución integral», respondió Mayorkas, sin salirse del guión y recalcando que los fondos suplementarios permitirían contratar a 1.300 agentes de la patrulla fronteriza, 1.400 abogados y personal de apoyo a los casos migratorios y 2.700 funcionarios de asilo.
– «Ladrillo y mortero» –
El tráfico de fentanilo, responsable de más del 70% de las 110.000 muertes por sobredosis en el país en 2022, también preocupa.
Este opioide 50 veces más potente que la heroína es «introducido de contrabando en nuestro país por los cárteles (de la droga), principalmente a través de coches y camiones conducidos por ciudadanos estadounidenses», afirmó el secretario de Seguridad Interior.
Los fondos solicitados también abordarán este problema, prometió Mayorkas, porque permitirán desplegar más de 100 máquinas de detección en puntos críticos y llevar a cabo más operaciones internacionales contra el tráfico de drogas.
Para Mayorkas el muro en la frontera de México no es una solución pese a que el gobierno se ve obligado a ampliarlo por imperativo legal.
Cuesta miles y miles de millones de dólares, tarda años en construirse y es menos eficaz que las nuevas tecnologías, se quejó.
Y añadió: «Necesitamos una solución del siglo XXI para lo que estamos viviendo como un problema del siglo XXI. No es el momento del ladrillo y el mortero».
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