El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó este sábado que «nadie vetará ni callará a Venezuela», después de que su gobierno denunciara que Brasil bloqueó el ingreso del país a los BRICS durante la cumbre que se realizó en la ciudad rusa de Kazán.
«No existe fuerza en esta tierra, lo digo, que calle la voz de rebeldía y de justicia de Venezuela. Ni hoy, ni mañana, ni nunca, nadie vetará ni callará a Venezuela y el que lo intente se secará», dijo Maduro sin mencionar directamente a Brasil en transmisión por el canal estatal.
«Hay quienes en el pasado (…) trataron de callar la voz de Venezuela y ¿qué paso con los que trataron de callar nuestra voz? se secaron, están secos, desparecieron del mapa de la historia, cayeron en el basural de la historia», apuntó.
El mandatario arribó a Caracas procedente de Argelia y Rusia, donde participó en la cumbre de los BRICS, grupo al que esperaba unirse como miembro activo, pero un veto de Brasil impidió su ingreso.
Según la Cancillería, Venezuela contaba con el «respaldo y apoyo de los países participantes» de la cumbre «para la formalización de su ingreso» como socio del bloque, pero Brasil en un «gesto hostil» vetó la entrada.
El veto se debió a una «ruptura de confianza», dijo por su parte el excanciller y asesor del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Celso Amorim, al diario brasileño O Globo.
Amorim indicó que Maduro prometió a Lula difundir el escrutinio detallado de la elección en la que fue proclamado como presidente reelecto entre denuncias de fraude. A la fecha, la autoridad electoral no lo ha publicado, como manda la ley.
Maduro dijo que durante la cumbre en Kazán se reunió «con casi 30 gobiernos», muchos de ellos aliados como Rusia, China, Irán, Cuba o Nicaragua, y que «todos» le ratificaron su «admiración» y «felicitaciones expresas por el gran triunfo electoral del 28 julio».
«Han ratificado su confianza en el destino de esta tierra», aseguró.
Maduro fue proclamado ganador con el 52% de los votos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), de línea oficialista, sin divulgar los resultados detallados del escrutinio por un «jaqueo» al sistema.
La oposición, encabezada por la líder opositora María Corina Machado, denunció fraude y difundió en un sitio web copias de cerca de 80% de las actas electorales, que demostrarían la victoria del candidato Edmundo González Urrutia, quién se exilió en España tras una orden de captura en su contra relacionada a una investigación por la publicación de las papeletas.
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