Un controvertido estudio, encabezado por científicos de la Universidad de Queensland, en Australia, asegura que tener un gato como mascota aumenta el riesgo de padecer esquizofrenia.
El estudio se basó en un metaanálisis de investigaciones existentes en 11 países, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, publicadas durante los últimos 44 años.
La investigación determinó que las personas expuestas a gatos antes de los 25 años tenían aproximadamente el doble de probabilidades de desarrollar esquizofrenia, es decir, sí existe tal conexión entre una y otra cosa.
Entregaron más detalles señalando que es posible que ocurra por un parásito que está en los gatos domésticos llamado Toxoplasma gondii, que puede ingresar al cuerpo a través de una mordedura.
«Tras ajustar las covariables, se observó que los individuos expuestos a los gatos tenían aproximadamente el doble de probabilidades de desarrollar esquizofrenia», dijo John McGrath, autor principal del estudio, según publica Nat Geo en su sitio web.
Se observó que los individuos expuestos a los gatos tenían aproximadamente el doble de probabilidades de desarrollar esquizofrenia https://t.co/KgbWoolw9x
— RevistaNatGeo (@RevistaNatGeo) December 8, 2023
Uno de los estudios en cuestión no concluyó una relación entre tener gato y las puntuaciones en una escala de esquizotipia. Sin embargo, al comparar a personas mordidas por un felino doméstico con las que no, el primer grupo tuvo puntuaciones más altas en una escala de esquizotipia que el segundo, se agrega en el diario La Tercera.