Las fuerzas de seguridad se mantenían en alerta el lunes en Filipinas, donde millones de personas comenzaron a votar por autoridades locales, tras meses de violencia mortal asociada a las elecciones.
Más de 336.000 cargos de concejales están en disputa en todo el archipiélago asiático.
Los cargos son disputados arduamente porque los partidos los utilizan para fomentar redes comunitarias y generar bases de apoyo para las elecciones locales y generales.
Más de 300.000 policías y soldados han sido desplazados para resguardar los centros de votación en más de 42.000 poblados.
Las elecciones son tradicionalmente volátiles en Filipinas, que tiene leyes laxas en materia de armas y una cultura de violencia política.
Antes de la votación del lunes se confirmaron 30 incidentes de violencia electoral, indicó el domingo la policía, sin actualizar el número de muertos y heridos.
Cifras policiales previas indicaron que ocho personas murieron y siete resultaron heridas por la violencia electoral entre el 28 de agosto y el 25 de octubre.
En un incidente el 23 de octubre, dos candidatos a concejal y un simpatizante fueron abatidos a tiros en la ciudad de Cotabato, en la isla sureña de Mindanao, cuando colocaban afiches políticos, dijo la policía.
Más de 67 millones de personas están registradas para votar por los cargos locales, encargados de aplicar políticas nacionales, resolver disputas de barrios y brindar servicios básicos.
© Agence France-Presse
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