El mercado laboral de Estados Unidos se desaceleró más de lo esperado en julio, con un aumento de la tasa de desempleo a 4,3%, la más alta desde octubre de 2021, un dato que inquieta a la Reserva Federal (Fed) y que se conoce a tres meses de la elección presidencial.
La tasa de desempleo aumentó 0,2 puntos en julio, en comparación con el 4,1% en junio, según cifras divulgadas el viernes por el Departamento de Trabajo.
Asimismo, en julio sólo se crearon 114.000 empleos, frente a los 179.000 del mes anterior, una cifra revisada a la baja respecto a los 206.000 nuevos puestos de trabajo anunciados en junio.
Los analistas consideraban que la tasa de desempleo debe ubicar en 4,1% en julio, pero con una caída en la creación de empleo, hasta 185.000, según el consenso recabado por la firma especializada MarketWatch.
«El empleo está creciendo de forma más gradual en un momento en el que la inflación ha caído considerablemente», señaló el presidente estadounidense, Joe Biden, citado en un comunicado de prensa.
Después de tres años de escasez de mano de obra que llevó a los empleadores a aumentar los salarios para atraer y retener a los trabajadores, lo cual fue alimentando la suba de la inflación, la situación se está reequilibrando.
La salud del mercado laboral podría influir en la balanza de los votantes de cara a las elecciones presidenciales de noviembre, para la cual el candidato republicano Donald Trump y su probable competidora demócrata, la actual vicepresidenta Kamala Harris, aparecen por ahora empatados en varios estados.
Para el equipo de campaña de Trump, estas cifras son «una prueba más» de que la política económica de Biden «está decepcionando a los estadounidenses», reaccionó la portavoz Karoline Leavitt, en nota a los medios.
El deterioro del mercado laboral también pesó en la actividad bursátil, ya que el viernes Wall Street registró pérdidas para los tres principales índices de al menos el 2,2% al final de la mañana.
– Preocupación de la Fed –
«El sector privado, excluyendo la asistencia sanitaria y la asistencia social, se ha deteriorado rápidamente y ahora está anémico (…) Los hogares estadounidenses están sintiendo los efectos», comentó Julia Pollak, economista jefe del sitio de anuncios de empleos ZipRecruiter.
En tanto, la Fed -el banco central estadounidense- se manifestó tan preocupado por un posible aumento del desempleo como por la inflación.
El presidente de la entidad, Jerome Powell, estimó el miércoles durante una conferencia de prensa que «las condiciones del mercado laboral han vuelto aproximadamente a lo que eran en vísperas de la pandemia: sólidas pero no excesivas».
Indicó que «el crecimiento de los salarios se ha desacelerado durante el último año» y subrayó que «la tasa de desempleo ha aumentado pero sigue siendo baja», mientras que «la importante creación de empleo en los dos últimos años ha ido acompañada de un aumento de la oferta de trabajadores, lo que refleja un aumento de la participación entre las personas de 25 a 54 años y una tasa sostenida de inmigración».
La Fed ha mantenido desde hace un año sus tasas de interés en su nivel más alto desde 2001, empujando a los bancos a ofrecer tasas elevadas a sus clientes para los diferentes préstamos.
El objetivo es desacelerar la actividad económica, aliviar la presión sobre los precios y, en última instancia, reducir la inflación. Pero esto también tiene consecuencias para el empleo.
«Es un grave error», señaló la influyente senadora demócrata Elizabeth Warren en la red X, al referirse a la negativa de la Fed a bajar las tasas -actualmente en el entorno entre el 5,25% y el 5,50%-.
Y estas repercusiones de la política monetaria de la Fed están empezando a observarse.
Las solicitudes de seguro de desempleo alcanzaron a finales de julio su nivel más alto en un año. Sin embargo, según algunos analistas, se mantienen en niveles muy bajos, comparables a los de la década de 1960.
«Si bien (la tasa de desempleo) sigue siendo históricamente baja, un mayor deterioro generaría preocupaciones en la Fed», subrayaron Carl Weinberg y Rubeela Farooqi, economistas de la firma High Frequency Economics.
La inflación, un tema central en la campaña electoral estadounidense, ha retomado su trayectoria descendente, situándose en junio en 2,5% anual, según el índice PCE, acercándose al objetivo anual del 2% establecido por la Fed.
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