Los vuelos de drones de Estados Unidos sobre territorio de México son parte de una colaboración de años entre ambos países, dijo este miércoles la presidenta Claudia Sheinbaum, luego que medios estadounidenses reportaran un incremento de la vigilancia aérea sobre cárteles de la droga.
«No hay nada ilegal, lo que hay es una colaboración y una cooperación que tiene muchísimos años, no es de ahora», aseguró la mandataria durante su habitual rueda de prensa.
«Muchas veces es a petición o, más bien, todas las veces es bajo petición del gobierno de México», precisó la gobernante izquierdista.
De acuerdo con el diario The New York Times, Washington ha incrementado vuelos secretos de drones sobre México en busca de laboratorios de fentanilo, como parte de la campaña del presidente estadounidense, Donald Trump, contra los cárteles de la droga.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) no ha sido autorizada para emplear los drones en acciones letales y toda la información recolectada es compartida con funcionarios mexicanos, informó el diario, añadiendo que el programa encubierto comenzó durante el mandato del antecesor de Trump, Joe Biden, pero no había sido revelado.
La semana pasada el gobierno de México dijo que una aeronave militar de Estados Unidos pudo haber realizado labores de espionaje durante vuelos recientes cerca de su territorio.
Agregó que estaba al tanto de dos vuelos de la aeronave, realizados a finales de enero y comienzos de febrero, que ocurrieron, según el secretario de Defensa, Ricardo Trevilla, en el espacio aéreo internacional.
– Refuerzo a lucha antidrogas –
El pasado 1 de febrero Trump impuso aranceles del 25% a Canadá y México, sus socios en el tratado comercial T-MEC y a quienes acusa de no hacer suficiente contra la migración irregular y el tráfico de fentanilo.
El mandatario aplazó luego la entrada en vigor de la medida hasta principios de marzo, luego que ambos países se comprometieron a atender el reclamo de Trump. México desplegó a 10.000 militares en la frontera de 3.100 km que comparte con Estados Unidos.
Desde entonces, el gobierno de Sheinbaum ha multiplicado los anuncios sobre detenciones de narcos y decomisos de estupefacientes.
El martes fuerzas de seguridad de ese país decomisaron 4.700 litros de metanfetamina líquida en la ciudad de Culiacán, Sinaloa (noroeste), bastión del cártel del mismo nombre, en lo que fue calificado por el gobierno como «el mayor» aseguramiento de la actual administración.
Poco después de tomar posesión, Trump firmó un decreto que puso en marcha un proceso para declarar como organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos.
El republicano afirmó el martes que tiene «una muy buena relación con México», pero que «está en gran parte controlado por los cárteles».
«No estamos de acuerdo», respondió Sheinbaum este miércoles.
A inicios de febrero, cuando la Casa Blanca acusó al gobierno de México de sostener una «alianza intolerable» con las bandas del narcotráfico, la gobernante rechazó como una «calumnia» el señalamiento.
La mandataria también ha señalado que el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos reconoció que «el 74% de las armas de los grupos delictivos» en México provienen del país vecino.
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