TALLAHASSEE, Florida — La controversial prisión para migrantes de Florida, apodada «Alligator Alcatraz» y abierta el 1 de julio por el presidente Donald Trump, fue escenario de una tensa visita por parte de legisladores y congresistas este sábado. La inspección, que se produce tras reiteradas negativas de acceso y en medio de graves denuncias de tratos inhumanos, ha avivado la polémica en torno a las condiciones de los detenidos.
Tras varias horas dentro de las instalaciones, donde se les prohibió el uso de teléfonos y la toma de fotografías, los legisladores demócratas calificaron las condiciones de los presos de «espantosas». Según informó CBS News, los congresistas expresaron su profunda preocupación por la cantidad de alimentos, la disponibilidad de agua potable y las altas temperaturas a las que están expuestos los migrantes, a quienes no se les permitió ver de cerca.
En contraste, las autoridades estatales y la bancada republicana rechazaron enérgicamente los comentarios de los demócratas. Stephanie Hartman, de la División de Gestión de Emergencias de Florida, entidad encargada de la construcción del centro, tildó los informes de «completamente falsos» y afirmó que las instalaciones cumplen con «todos los estándares y requerimientos».
Por su parte, el senador republicano Blaise Ingoglia, quien aseguró haber visitado el lugar con el mismo grupo que Wasserman Schultz, declaró que «la retórica de los demócratas no se corresponde con la realidad».
La polémica en torno a «Alligator Alcatraz» promete continuar mientras se intensifica el debate sobre las condiciones de detención de migrantes en el estado.
