Carolina del Norte— La embestida de los huracanes Imelda y Humberto ha dejado un rastro de destrucción en la costa de Carolina del Norte, resultando en el colapso de ocho casas de playa que se encontraban desocupadas.
La octava de estas propiedades sucumbió a la fuerza del océano Atlántico en la tarde de este jueves, cediendo tras varias horas de lluvia constante y un fuerte oleaje.
Afortunadamente, el Servicio Meteorológico Nacional ha confirmado que las condiciones climáticas en la región han comenzado a mostrar signos de mejoría, permitiendo a las autoridades evaluar los daños en su totalidad. Se espera que la calma meteorológica facilite las tareas de limpieza y verificación de la seguridad costera tras el paso de los fenómenos tropicales.