Caracas, Venezuela.- La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, lanzó este sábado un contundente llamado al gobierno de Estados Unidos para que retire sus fuerzas militares del mar Caribe y se enfoque en los problemas internos que enfrenta su país. Las declaraciones se produjeron durante un acto de alistamiento de milicianos en el estado Carabobo, en medio de crecientes tensiones por el despliegue naval estadounidense en la región.
“Resuelvan sus problemas y aléjense de las costas de Venezuela, aléjense del territorio de Venezuela”, expresó Rodríguez, quien también ocupa el cargo de ministra de Hidrocarburos. La funcionaria advirtió que cualquier intento de agresión militar por parte de Washington tendría consecuencias graves: “Venezuela será la peor pesadilla de Estados Unidos. Las peores calamidades del pueblo estadounidense están por venir si ellos se atreven a agredirnos”.
El gobierno venezolano denunció recientemente ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la intención de Estados Unidos de enviar un crucero lanzamisiles y un submarino nuclear de ataque rápido hacia sus costas. El presidente Nicolás Maduro solicitó al secretario general António Guterres que interceda para frenar lo que calificó como “acciones hostiles”.
Rodríguez acusó a Washington de buscar apropiarse de los recursos energéticos del país y aseguró que Venezuela está preparada para defender su soberanía. “Aquí estamos listos para proteger cada milímetro de nuestro territorio”, afirmó.
Rechazo a acusaciones de narcoterrorismo
La vicepresidenta también rechazó las acusaciones de narcotráfico que pesan sobre el gobierno venezolano, calificándolas como “falsas e inmorales”. “Pretenden acusar al pueblo de Bolívar y Chávez de narcotraficante. Venezuela es un pueblo de paz y esperanza”, señaló.
Como parte de la estrategia de defensa, las autoridades venezolanas confirmaron el despliegue de embarcaciones de gran capacidad en aguas del Caribe, así como el envío de 15,000 efectivos a los estados fronterizos de Zulia y Táchira para reforzar la seguridad y enfrentar a grupos armados ilegales.
Mientras tanto, el gobierno estadounidense ha intensificado la presión sobre Maduro, elevando a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su captura. Washington lo acusa de liderar el denominado Cártel de los Soles y de violar leyes federales relacionadas con el narcotráfico