En el restaurante Gente di Mare, situado en el noreste de la isla italiana de Cerdeña, como en muchos otros restaurantes, es habitual acudir a una marisquería con crustáceos vivos para que el comensal esoja la pieza que le cocinaran al gusto.

Fue así como una turista suiza que estaba de vacaciones con su pareja en el lugar eligió y pagó por uno de los ejemplares de la pecera. La mujer pidió que le pusieran la langosta en un cubo con algo de agua y se trasladó al borde del mar con el crustáceo, que tenía un kilo de peso, según medios locales como El Diario de Mallorca.

Ante la mirada incrédula de los dueños del restaurante y de otras persoans, la mujer acarició suavemente al animal durante unos minutos, susurrándole algunas palabras de cerca. Luego, lo arrojó al mar.

“Estaba muy contenta, quería hacer un buen gesto”, dijo Antonio Fasolino, dueño de restaurante, a la agencia de noticias italiana Ansa.

La noticia se publicó inicialmente en el diario local La Nuova Sardegna y otros diarios italianos y el video se ha viralizado en las redes sociales.