La historia de un joven profesor y su mamá emocionó a los internautas en TikTok. En sus redes sociales, un profesor de Marketing Digital reveló al final del curso que una de sus alumnas más aplicadas era nada menos que su mamá, de 62 años.
«Te quiero contar un secreto. 🤫 Alguien muy especial me pidió ser oyente del segundo cuatrimestre de Marketing Digital el año pasado…», partió contando Tomas Cazala en su perfil en esa plataforma digital.
Siguió contando los detalles y añadió: «Se anotó con una amiga para hacer la cursada más amena. Le dije que sí, con una condición: Tenía que rendir todos los exámenes. Exponer el trabajo práctico final. Y comprometerse al 100%, como cualquier estudiante regular».
Tras afirmar que tanto ella como su amiga se esforzaron para aprobar el curso, estudiando y presentando cada examen impartido, el joven finalmente reveló: «Lo que nadie sabía —ni los ayudantes, ni sus compañeros de grupo— era que una de esas alumnas tan comprometida… era mi mamá».
La historia dejó emocionados a miles de usuarios en la red social asiática. «No sé si me emociona más la situación o como se emociona él al decir que esta orgulloso que es su mamá», «Yo mataría porque mi hijo me abrazara así … lo abrazo y no lo suelto más…que lindos», «Una gran historia, que hermosa mujer! Ella sin dudas hizo todo bien, tuviste la mejor maestra y te enseño grandes valores!», «Me quedo con tus palabras, ojalá todos a los 62 tengamos esa energía y vitalidad y ganas de aprender», «Nunca es tarde para aprender y que mejor maestro que el hijo», se lee entre las reacciones.
@tomascazala Te quiero contar un secreto. 🤫 Alguien muy especial me pidió ser oyente del segundo cuatrimestre de Marketing Digital el año pasado… Ya estaba recibida. No necesitaba el título. Pero tenía algo más valioso: ganas de seguir aprendiendo. Se anotó con una amiga para hacer la cursada más amena. Le dije que sí, con una condición: Tenía que rendir todos los exámenes. Exponer el trabajo práctico final. Y comprometerse al 100%, como cualquier estudiante regular. Ambas lo hicieron, se comprometieron desde el primer día. Venían a clase. Se sentaban adelante con sus cuadernos. Participaban. Rindieron muy bien los parciales. Estudiaron. Se prepararon. Y aprobaron. Yo lo sabía porque era el docente. Y porque cada domingo que iba a la casa de esta alumna a almorzar, la veía: Estudiando. Aportando al grupo. Dándolo todo. Lo que nadie sabía —ni los ayudantes, ni sus compañeros de grupo— era que una de esas alumnas tan comprometida… era mi mamá. Sí. Mi mamá fue mi alumna. Y yo fui su docente. El último día, al entregar las notas, dije unas palabras, y no pude aguantar el llanto. El aula entera se emocionó. Hoy quiero compartirlo con ustedes. Ojalá yo tenga, a los 62 años, las mismas ganas de aprender que tiene ella. Gracias por inspirarme. Gracias por enseñarme. Gracias por elegirme como profe. Te quiero ma
♬ sonido original – Tomas Cazala
