El 1% de la población más rica del planeta acrecentó su fortuna en 42 billones de dólares en diez años, pero su tasa impositiva es más baja que nunca, señaló el jueves Oxfam antes de una reunión del G20 que discutirá de un gravamen global a los multimillonarios.
La franja más acaudalada de la población mundial «acumuló 42 billones de dólares de la nueva riqueza generada en la última década», afirmó en un comunicado la oenegé antes de la inauguración del cónclave en Rio de Janeiro de los ministros de Finanzas de las mayores economías avanzadas y emergentes.
La agenda del encuentro de dos días incluye la propuesta de un gravamen global a los superricos, defendida por Brasil, Colombia, España, Francia, Sudáfrica y la Unión Africana, pero rechazada por Estados Unidos.
Brasil, que ejerce la presidencia anual del G20, erigió el impuesto global a los multimillonarios como una de sus prioridades.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva señaló el miércoles que «los superricos pagan proporcionalmente muchos menos impuestos que la clase trabajadora».
Su ministro de Hacienda, Fernando Haddad, había afirmado en febrero que, «a pesar de avances recientes, es incuestionable que los multimillonarios del mundo continúan evadiendo nuestros sistemas fiscales mediante una serie de estrategias».
Layla Yakoub, responsable de la campaña «Justicia fiscal y desigualdades» de Oxfam Francia, citada en el comunicado, subraya que «la dinámica para aumentar los impuestos a los ultrarricos es innegable» y que «esta semana es la primera prueba de fuego real para los gobiernos del G20» en ese tema.
Pero se pregunta si los gobiernos tendrán «la voluntad política de establecer un estándar global que dé prioridad a las necesidades de la mayoría sobre la sed de lucro de una élite de multimillonarios minoritarios».
Según la oenegé, «la proporción de ingresos del 1% más rico en los países del G20 ha aumentado un 45% en las últimas cuatro décadas, mientras que las tasas impositivas máximas sobre sus ingresos se han reducido en aproximadamente un tercio».
«A escala global, la tasa de imposición de los multimillonarios equivale a menos del 0,5% de sus riquezas», añade, en base a datos del Observatorio Fiscal de la Unión Europea.
«Sus fortunas han crecido una media del 7,1% anual durante las últimas cuatro décadas y sería necesario un impuesto sobre el patrimonio neto anual de al menos el 8% para reducir la extrema riqueza de los multimillonarios», apunta.
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