Florida.- Glen Rogers, el presunto asesino en serie estadounidense conocido como el «asesino casanova» o el «asesino ‘cross-country'», fue ejecutado el jueves mediante inyección letal en la Prisión Estatal de Florida.
En sus momentos finales, Rogers, de 62 años, expresó su respaldo al entonces presidente Donald Trump, declarando: «Presidente Trump, siga haciendo grande a Estados Unidos. Estoy listo para irme», según reportó la agencia AP.
Antes de su elogio al mandatario, Rogers se dirigió a los testigos presentes en su ejecución con un tono irónico. «Sé que hay muchas preguntas que necesitan respuestas. Les prometo que pronto les responderé y espero que de alguna manera les ayude a cerrar este capítulo», manifestó, tal como informó USA Today. Adicionalmente, dedicó un agradecimiento a su esposa por sus visitas.
Rogers fue sentenciado a la pena capital por el asesinato de Tina Marie Cribbs, de 34 años, ocurrido en 1995. Cribbs fue hallada sin vida en la habitación de un hotel en Tampa, Florida. La prensa le otorgó los apodos mencionados debido a su atractivo y habilidad para engatusar a mujeres antes de asesinarlas, así como por la sospecha de su implicación en la muerte de varias otras jóvenes a lo largo del país.
Aunque Rogers fue considerado sospechoso en otros casos, nunca llegó a ser condenado por ellos. En una ocasión, afirmó a la policía haber asesinado a cerca de 70 personas, aunque posteriormente se retractó de esta declaración.
En 2012, fue el tema central de un documental titulado ‘Mi hermano, el asesino en serie’, el cual exploró la posibilidad de su participación en los asesinatos de la exesposa de O. J. Simpson, Nicole Brown Simpson, y su pareja en 1995, crímenes por los que fue acusado el fallecido jugador de fútbol americano, quien siempre mantuvo su inocencia.