WASHINGTON D.C. – El presidente Donald Trump partió este domingo hacia Israel y Egipto para celebrar el alto el fuego negociado por Estados Unidos y el acuerdo de rehenes entre Israel y Hamás. El objetivo principal de la visita, según la Casa Blanca, es instar a los líderes de la región a aprovechar esta oportunidad para construir una paz duradera.
El acuerdo, considerado una primera fase para poner fin a la guerra, exige la liberación de los últimos 48 rehenes retenidos por Hamás, la liberación de cientos de prisioneros palestinos, un aumento de la ayuda humanitaria a Gaza y una retirada parcial de las fuerzas israelíes. Tras el inicio de la retirada de tropas de Israel, la Casa Blanca se mostró optimista de que los rehenes restantes sean liberados durante la visita de Trump.
El presidente Donald Trump expresó su confianza cuando se le preguntó a bordo del Air Force One si el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas se mantendría, y dijo: “Creo que sí, creo que se mantendrá”.
Trump agregó que hay muchas razones por las que cree que el acuerdo se mantendrá, incluyendo que la gente está “cansada” del conflicto.
“Creo que la gente está cansada”, dijo. “Han pasado siglos, vale, no solo recientes. Han pasado siglos. Creo que la gente está cansada. Sí, el alto el fuego se mantendrá”.
En su agenda, el presidente Trump visitará Israel para reunirse con las familias de los rehenes y dirigirse al parlamento israelí, el Knesset. Posteriormente, viajará a Egipto para encabezar una cumbre de paz con líderes de más de 20 países.
Expansión de los Acuerdos de Abraham
La administración Trump busca aprovechar el ímpetu para revivir los Acuerdos de Abraham, que en su primer mandato establecieron lazos diplomáticos entre Israel, los Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Marruecos. El éxito de la tregua en Gaza podría abrir el camino para que Trump inicie conversaciones para normalizar las relaciones con Arabia Saudita e Indonesia. Para facilitar el acuerdo, Estados Unidos ha establecido un centro de coordinación civil-militar y desplegará a 200 soldados para supervisar el alto el fuego, aunque no entrarán en Gaza.