El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, evocó el jueves la posibilidad de la pena de muerte para seis legisladores demócratas que instaron a los militares a desobedecer «órdenes ilegales» del gobierno.
Trump lanzó la amenaza luego de que un grupo de senadores y representantes demócratas, todos con experiencia militar o en servicios de inteligencia, dijeran en un video publicado el martes que los uniformados «pueden negarse a acatar órdenes ilegales».
«Esto es realmente malo y peligroso para nuestro país. Sus palabras no pueden permitirse. ¡¡¡COMPORTAMIENTO SEDICIOSO DE TRAIDORES!!! ¿ENCERRARLOS???», exclamó Trump en su red Truth Social.
En una publicación posterior añadió: «¡COMPORTAMIENTO SEDICIOSO, castigable con la MUERTE!».
Trump también reposteó un mensaje de un usuario que le instaba a «colgarlos» y le decía que el primer presidente de Estados Unidos, George Washington, habría hecho lo mismo.
El Partido Demócrata respondió poco después. «Trump acaba de pedir la pena de muerte contra legisladores demócratas. Una absoluta canallada», escribió el partido en su cuenta de X, junto al mensaje del mandatario.
En el video publicado el martes en X, los legisladores demócratas dijeron que «esta administración está enfrentando a nuestros militares y profesionales de inteligencia uniformados contra los ciudadanos estadounidenses».
«En este momento, las amenazas a nuestra Constitución no solo vienen del extranjero, sino también de aquí mismo, de casa», declararon. Y añadieron: «Pueden negarse a acatar órdenes ilegales».

– Avivar la violencia –
El subjefe de gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, ya había criticado duramente el video, afirmando el miércoles en X que se trataba de un llamamiento abierto al personal militar a «rebelarse contra su comandante en jefe».
Entre los legisladores que hicieron el llamado se encuentran el senador Mark Kelly, expiloto de combate de la Armada y astronauta de la NASA, y la senadora Elissa Slotkin, quien sirvió con la CIA en Irak.
Los legisladores que aparecen en el vídeo prometieron no dejarse intimidar por las amenazas de Trump, afirmando que eran «veteranos y profesionales de la seguridad nacional que aman este país» y que habían jurado defender la Constitución.
«Ese juramento dura toda la vida, y tenemos la intención de cumplirlo. Ninguna amenaza, intimidación o llamado a la violencia nos disuadirá de esa sagrada obligación», afirmaron.
La administración Trump ha sido objeto de críticas por el uso de las fuerzas estadounidenses tanto dentro como fuera del país.
Dentro de Estados Unidos, el gobierno republicano ordenó el despliegue de la Guardia Nacional en varias ciudades, en muchos casos en contra de la voluntad de las autoridades locales, con el argumento de controlar supuestos disturbios. Estas órdenes fueron demandadas en la justicia.
Fuera del país, Trump ordenó ataques contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes en el mar Caribe y el Pacífico oriental, que han dejado 83 muertos desde principios de septiembre.
Expertos afirman que los ataques son ilegales y constituyen ejecuciones extrajudiciales, incluso si están dirigidos contra narcotraficantes reconocidos.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, acusó a Trump de avivar las llamas de la violencia.
«Cuando Donald Trump usa el lenguaje de ejecución y traición, algunos de sus simpatizantes pueden escuchar muy bien. Está encendiendo un fósforo en un país ahogado en gasolina política», afirmó en el Senado.
Pero el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijo a periodistas que el llamado de los legisladores demócratas era «totalmente inapropiado y muy peligroso».
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© Agence France-Presse



