Lake County, Florida.- Julie Ann Sulpizio, una mujer de 48 años, fue arrestada en relación con un ataque emboscado que resultó en la muerte de un agente del sheriff y dejó heridos a otros dos oficiales.
Sulpizio enfrenta serias acusaciones, incluyendo asesinato premeditado en primer grado de un oficial de la ley, siete cargos de intento de asesinato, agresión grave y otros cargos relacionados con la agresión a agentes de la ley. Según el sheriff del condado de Lake, Peyton Grinnell, Sulpizio fue arrestada el lunes por la tarde en un hospital de Tavares, donde había sido llevada para recibir atención médica tras el ataque del viernes por la noche.
El ayudante del sheriff, Bradley Michael Link, de 28 años, fue el agente que perdió la vida lors sucesos. Durante la intervención policial, también resultaron heridos el ayudante de sheriff Harold Howell, de 41 años, y el ayudante de primera clase Stefano Gargano, de 28 años. La tragedia se desató cuando los oficiales respondieron a un reporte sobre disturbios en una vivienda en Eustis, donde fueron recibidos a tiros al intentar ingresar.
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El sheriff Grinnell fue claro al señalar que el tiroteo fue una «emboscada«. Los primeros informes indican que Sulpizio estaba en un estado mental alterado, acusado de atacar a sus vecinos y de hacer comentarios religiosos, como acusaciones de que sus vecinos eran «pecadores«. Grinnell destacó el extraño comportamiento de Sulpizio, quien afirmaba tener una identidad diferente y había incitado a sus vecinos a entrar en “su casa” para un ataque.
Los primeros respondientes encontraron una situación caótica, con reportes de perros muertos en el exterior de la vivienda y una atmósfera tensa que llevó a solicitar refuerzos. Cuando los agentes intentaron entrar por la parte trasera, Link fue emboscado y recibió disparos que le costaron la vida, un acto desolador en el cumplimiento de su deber.
El sheriff mencionó que al registrar la casa, se encontró un arsenal de armas y material de propaganda antigubernamental, sugerente de un estado mental perturbado. No obstante, Sulpizio no mostró remordimientos, y su detención fue un proceso complicado debido a su condición.
Sulpizio permanece en custodia sin derecho a fianza mientras las autoridades continúan investigando los detalles de este hecho de sangre.