Internacionales.- El devastador incendio que arrasó el complejo residencial Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po, Hong Kong, ha dejado hasta el momento 65 fallecidos y 70 heridos, según confirmó este jueves 27 de noviembre el Departamento de Servicios de Bomberos (FSD).
El fuego se originó la noche del miércoles y se propagó con rapidez a través de los andamios de bambú que rodeaban los ocho edificios en remodelación. La Policía detuvo a tres hombres vinculados a las obras, bajo sospecha de homicidio, tras señalar que los materiales altamente inflamables utilizados podrían haber acelerado la tragedia.
El presidente chino, Xi Jinping, expresó sus condolencias a las familias afectadas y ordenó reforzar los esfuerzos para contener las llamas y reducir las bajas. Por su parte, el director ejecutivo de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, John Lee, encabezó una reunión de emergencia y activó un centro de monitoreo para coordinar la respuesta.
El operativo desplegado incluyó 304 vehículos de rescate del FSD y más de 1.000 agentes policiales para las labores de evacuación. Nueve hospitales públicos permanecen en alerta para recibir a los heridos, entre ellos ocho bomberos lesionados durante las operaciones.
La magnitud del desastre ha generado una movilización solidaria sin precedentes. Se habilitaron refugios temporales para los residentes desplazados y las donaciones de distintos sectores superaron los 100 millones de dólares de Hong Kong (aproximadamente 13 millones de dólares estadounidenses). Los centros de donación de sangre reportaron reservas completas para los próximos tres días, mientras que la Cruz Roja abrió una línea de apoyo psicológico para atender a los afectados.
La ciudad enfrenta uno de los peores incendios de su historia reciente, pero la rápida respuesta y la solidaridad de la comunidad buscan aliviar el dolor de quienes han perdido a sus seres queridos y sus hogares.



