Un jurado federal en Florida impuso una condena a Tesla que deberá pagar más de 240 millones de dólares a las víctimas de un accidente fatal ocurrido hace más de 6 años.
En 2019, el empresario George Brian McGee circulaba a los mandos de su Tesla Model S con el Autopilot FSD activado, de noche, cuando chocó contra un vehículo estacionado, lo que provocó la muerte de Naibel Benavides e hirió gravemente a su pareja, Dillon Angulo.
El fallo del caso establece que Tesla es responsable del 33% accidente por haber permitido el uso de Autopilot en zonas urbanas sin restricciones adecuadas.
En total, Tesla deberá pagar 243 millones de dólares a la familia de la víctima en daños compensatorios. De este monto, 200 millones de dólares corresponden a daños punitivos, además de 59 millones de dólares en daños compensatorios a la familia de Benavides y 70 millones de dólares en daños a Angulo.
Desde Tesla argumentan que el Autopilot no tenía en ese momento el control del Model S, señalando a Brian McGee como único responsable, se lee en la documentación del caso a la que ha tenido acceso The New York Times.
La compañía propiedad del magnate Elon Musk apelará el fallo, anunciaron sus abogados defensores. «El veredicto de hoy es erróneo y solo contribuye a perjudicar la seguridad automotriz y a poner en peligro los esfuerzos de Tesla y de toda la industria por desarrollar e implementar tecnología que salva vidas», dijo Tesla a través de su equipo legal.