Chicago, Illinois.- La administración del presidente Donald Trump enfrenta una creciente oposición por parte de líderes demócratas ante su intención de desplegar miles de agentes federales en ciudades como Chicago, Nueva York, Baltimore y Boston, como parte de lo que ha denominado una ofensiva contra la inmigración ilegal y el crimen urbano.
El gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, calificó el posible envío de tropas a Chicago como una “invasión” y advirtió que cualquier acción unilateral por parte del gobierno federal sería enfrentada con medidas legales.
“Nadie del gobierno federal se ha comunicado conmigo ni con mi administración. Si intentan desplegar tropas sin nuestro consentimiento, tomaremos acciones judiciales”, declaró Pritzker en el programa “Face the Nation” de CBS.
Pritzker también acusó al presidente Trump de intentar interferir en las elecciones legislativas de medio término previstas para noviembre de 2026. “Le gustaría detener las elecciones. Simplemente alegará que hay algún problema con la votación, y entonces tendrá tropas en el terreno que pueden tomar el control”, afirmó
El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, también se pronunció en contra del plan presidencial y firmó una orden ejecutiva para limitar la autoridad de las fuerzas federales en la ciudad. Johnson aseguró que la policía local no colaborará con agentes federales en patrullajes, arrestos ni en la aplicación de leyes migratorias. “Estamos obligados a tomar medidas drásticas para proteger a nuestra población contra la expansión del poder federal”, señaló.
Por su parte, Trump criticó duramente a Pritzker en su red Truth Social, acusándolo de no hacer lo suficiente para combatir la delincuencia en Chicago. “¡Está loco! ¡Más le vale que vuelva a encarrilar esto, y RÁPIDO!”, escribió el mandatario.
La situación ha encendido el debate sobre los límites del poder federal en materia de seguridad pública y el respeto a la autonomía estatal, en un contexto político marcado por la polarización y la proximidad de las elecciones.
