Internacionales.- Una nueva controversia sacude las relaciones entre Colombia y Estados Unidos tras la denuncia del presidente Gustavo Petro sobre el bombardeo de una embarcación en el Caribe que, según afirma, transportaba ciudadanos colombianos.
El hecho, ocurrido el pasado 3 de octubre frente a las costas de Venezuela, forma parte de una serie de operaciones militares impulsadas por Washington contra presuntos narcotraficantes en la región.
A través de su cuenta en X, Petro aseguró que el último barco atacado era de origen colombiano y llevaba a bordo ciudadanos de su país. Aunque no ofreció detalles adicionales, la declaración ha encendido las alarmas diplomáticas en Bogotá y ha generado preocupación sobre el alcance de las acciones militares estadounidenses en aguas caribeñas.
¿Impunidad en el Caribe o Golpes al Narcotráfico?
Desde septiembre, las fuerzas estadounidenses han realizado al menos cuatro bombardeos a embarcaciones civiles, con un saldo de 21 personas fallecidas. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, justificó el ataque más reciente alegando que la lancha transportaba drogas “suficientes para matar entre 25 mil y 50 mil personas” y que los ocupantes eran “narcoterroristas”.
Sin embargo, fuentes del gobierno estadounidense —citadas bajo anonimato— confirmaron que entre las víctimas habría ciudadanos colombianos, lo que da peso a la denuncia del mandatario sudamericano.
Desde Bruselas, donde participa en el foro Global Gateway, Petro anunció que presentará el caso ante representantes europeos. Además, expresó su respaldo al senador demócrata Adam Schiff, quien impulsa una iniciativa legislativa para bloquear el uso de las Fuerzas Armadas estadounidenses en operaciones militares en el Caribe.
El presidente colombiano fue más allá al cuestionar los motivos detrás de la ofensiva militar. “No hay una guerra contra el contrabando; hay una guerra por el petróleo y se debe detener. La agresión es contra toda América Latina y el Caribe”, declaró, señalando que el argumento antidrogas podría estar encubriendo intereses geopolíticos más amplios.