MÉXICO.- Al menos siete soldados del Ejército mexicano resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, tras la detonación accidental de artefactos explosivos decomisados recientemente al Cártel de Los Viagras, en la región de Tierra Caliente del estado de Michoacán.
Fuentes de la 43 Zona Militar, con sede en la región de Tierra Caliente, informaron que la explosión ocurrió en una zona rural del poblado denominado como Eréndira, en el municipio de Buenavista Tomatlán, el principal bastión de Los Viagras.
Los soldados manipulaban e intentaban desactivar algunos de los 150 artefactos explosivos, de manufactura casera, que confiscaron el pasado miércoles en una vivienda del mismo pueblo que se usaba como fábrica de cargas explosivas para drones, morteros, minas terrestres y aditamentos tipo lanzagranadas.
El Ejército informó que el sargento segundo Daniel López, de 41 años, presenta graves heridas en uno de sus brazos, mientras que el cabo de Artillería, Mariano Jiménez, de 33 años, sufrió la amputación de una pierna.
Los otros cinco militares tienen heridas menores que no ponen en riesgo sus vidas, pero al igual que el teniente y el cabo fueron trasladados en dos helicópteros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al hospital de la 43 Zona Militar.
Los Viagras es una organización criminal que surgió como escisión de los civiles grupos de autodefensa que se levantaron en armas en Michoacán, el 24 de febrero del 2013, para combatir al entonces cártel hegemónico autodenominado como Los Caballeros Templarios.
Actualmente, el cártel de Los Viagras mantiene una alianza criminal con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), para enfrentar a un grupo de sicarios conformado por Los Caballeros Templarios y el Cártel de Tepalcatepec.
Las pugnas entre ambos grupos de narcotraficantes han provocado una serie de enfrentamientos desde el pasado lunes en los municipios de Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec, donde pobladores han suspendido actividades comerciales y clases en escuelas de educación básica y media superior.
Estos grupos criminales se disputan el control de la producción y tráfico de drogas como mariguana, cocaína y metanfetamina, además de otras actividades como el secuestro y extorsión a productores de limón, ganaderos, agricultores, comerciantes, transportistas y empresarios.
Previamente, Ángel Ríos Hernández, comisario de la Guardia Civil (Policía estatal) en la región de Tierra Caliente, resultó herido con cuatro agentes que fungían como sus escoltas, tras la explosión de una mina terrestre colocada por narcotraficantes en un camino rural del poblado de Punta de Agua, en Buenavista, Michoacán.
Ese mismo día, tres presuntos sicarios del CJNG fueron abatidos por soldados y policías en el pueblo denominado como Pancha López, en Tepalcatepec. Varios sicarios huyeron y abandonaron un rifle antiblindaje calibre .50 (barret), así como cuatro fusiles de asalto de los tipos AK-47 y AR-15.