El Kremlin acusó este viernes a Francia de estar «dispuesta» a «participar directamente en el conflicto» en Ucrania después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara una «nueva cooperación» con Kiev, suministrando aviones de combate y con programas de formación militar.
«Macron muestra un apoyo absoluto al régimen ucraniano y declara que la República francesa está dispuesta a participar directamente en el conflicto militar», declaró este viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a las agencias rusas.
El jueves por la noche, Macron anunció una «nueva cooperación» con Kiev, suministrando cazas Mirage-2000 y entrenando a pilotos ucranianos en Francia a partir de este verano boreal, con el objetivo de que estén listos para finales de año.
También indicó que Francia había propuesto formar a 4.500 soldados en territorio ucraniano.
El jefe del Estado francés negó que estas medidas supongan «un factor de escalada», y añadió que incluso la opción de formar a militares ucranianos en «la zona oeste, que es una zona libre de Ucrania», tampoco sería un gesto «agresivo».
No obstante, Peskov consideró que las declaraciones de Macron fueron «extremadamente provocadoras» y que «aumentan las tensiones en el continente y no aportan nada positivo».
Las tensiones entre Francia y Rusia han ido en aumento desde que Macron mencionó la posibilidad de enviar instructores franceses a Ucrania sin descartar la opción de desplegar incluso a militares.
El Kremlin, por su parte, afirmó que no descarta apuntar contra soldados franceses si estos son enviados a Ucrania.
Por otro lado, los fiscales rusos pidieron este viernes que un ciudadano francés arrestado en Moscú, acusado de recopilar información sobre las actividades militares de Rusia y de no haberse registrado como un «agente extranjero», sea encarcelado mientras dure su proceso, indicó a la AFP su abogado, Alexei Sinitsin.
La antena moscovita del Comité de Investigación ruso indicó que un juez decidirá este viernes sobre las «medidas preventivas» que se deberán tomar respecto al detenido, Laurent Vinatier, empleado de una oenegé radicada en Suiza especializada en la mediación de conflictos.
Macron afirmó el jueves en una entrevista televisada que su gobierno «sigue [el caso] de cerca» y que proporcionará «protección consular» al arrestado, quien «de ninguna manera trabajaba para Francia».
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