La relación entre México y Estados Unidos, que conforman uno de los bloques económicos más poderosos del mundo, se tensó por las presiones de Washington contra una polémica reforma judicial que, además, genera temor en los mercados.
En una nueva andanada contra las advertencias del embajador estadounidense, Ken Salazar, de que la reforma «amenaza» la relación comercial y es un riesgo para la «democracia», el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador declaró este martes «en pausa» el diálogo con el diplomático con quien ha mantenido gran cercanía.
La relación con Salazar «es buena, pero está en pausa», dijo el mandatario izquierdista, días después de que el embajador convocara a la prensa para exponer sus críticas a la enmienda, que propone la elección de jueces por voto popular y desató una huelga en el poder judicial.
«¿Cómo le vamos a permitir que él opine que está mal lo que estamos haciendo?», cuestionó López Obrador, quien aclaró que no se trata de una «pausa» en la relación con el gobierno de Joe Biden.
La cancillería mexicana ya había enviado la semana pasada una protesta diplomática a Washington por la «declaración injerencista» de Salazar, que el mandatario mexicano tildó además de «desafortunada e imprudente», insistiendo en que el objetivo de la reforma es combatir la corrupción y no apoderarse de la justicia.
«Ojalá haya de parte de ellos una ratificación de que van a ser respetuosos de la independencia de México (…), pero mientras no haya eso y sigan con esa política pues hay pausa con la embajada», remarcó López Obrador este martes.
El intercambio comercial entre México y Estados Unidos alcanzó los 745.000 millones de dólares en 2023, según datos oficiales mexicanos.
– Politizar la justicia –
A los cuestionamientos de Salazar se sumaron este martes los de un grupo senadores estadounidenses, que aseguraron en un comunicado que los cambios a la Constitución «socavarían la independencia judicial» y pondrían «en peligro» los intereses económicos bilaterales.
México -doceava economía mundial- y Estados Unidos integran el tratado de libre comercio T-MEC junto con Canadá, al que López Obrador acusó este martes de parecer un «estado asociado» de la unión americana también por sus críticas a la reforma.
El presidente mexicano desechó este martes la propuesta de Salazar de dialogar sobre aspectos específicos de la reforma, que según el embajador no aborda la «corrupción judicial» ni el fortalecimiento del sector de la justicia.
«Nosotros no vamos a darles consejos allá ni a decir qué está bien y qué está mal (…) Claro que podemos dialogar, nada más que hay cosas que solo atañen a nuestro país», subrayó López Obrador, que entregará el poder a su copartidaria, Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre. La mandataria entrante apoya el proyecto sin restricciones.
La iniciativa será debatida durante la legislatura que comenzará el próximo domingo, en la cual la izquierda tendrá amplias mayorías que evitarían tener que negociar con la oposición, que a su vez advierte sobre un riesgo de autoritarismo.
– Temor económico –
Los reparos de Estados Unidos también son compartidos por inversionistas enfocados en la moneda, los bonos y las acciones mexicanas, que temen que la reforma pueda «resultar en una politización del poder judicial», advirtió la consultora británica Capital Economics.
Tal escenario «podría elevar preocupaciones» en torno a la resolución imparcial «de las disputas entre los negocios y el gobierno», agregó la firma en un reporte a sus clientes.
Bancos de inversión como Morgan Stanley ya dieron un paso más al recomendar a sus clientes disminuir su exposición a las empresas mexicanas que cotizan en bolsa.
La firma considera que «reemplazar el sistema judicial» aumentará «las primas de riesgo y limitaría el gasto de capital (de las empresas)», en momentos en que la relocalización de fábricas en México (nearshoring) demanda incrementar las inversiones.
El peso mexicano también ha resentido el golpe y cotizó este martes arriba de 19,7 unidades por dólar, muy cerca de la barrera psicológica de 20 pesos.
«El movimiento del peso se da en gran parte por las noticias en torno de los efectos perniciosos de la propuesta de reforma al poder judicial», señaló el banco local Invex en un reporte.
López Obrador desdeñó este martes tales comentarios y aseguró que «calificadoras (crediticias) y corredurías» están «alineadas» en la crítica a su gobierno. «No es para tomarlos en serio», agregó.
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