La apabullante victoria electoral empoderará a Claudia Sheinbaum, primera mujer presidenta de México, para defender los intereses de su país en la siempre compleja relación con Estados Unidos, marcada por la economía, la migración y el narcotráfico.
Si bien los expertos esperan que en público la virtual presidenta electa sea un poco más diplomática que su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, a puertas cerradas la historia podría ser distinta.
La exalcaldesa izquierdista de Ciudad de México planea ser una «dura oponente» para Washington, dice Duncan Wood, experto del centro de investigación Mexico Institute, de Estados Unidos.
Sheinbaum, una científica de 61 años que obtuvo casi el 60% de los votos en la elección del domingo pasado, dijo en su discurso de victoria que mantendría una relación de «amistad, respeto mutuo e igualdad» con el país vecino.
«Defenderemos a las y los mexicanos que se encuentren al otro lado de la frontera», añadió.
La migración es un tema clave en Estados Unidos, por lo que controlar el flujo de migrantes es una de las «herramientas más importantes» que tiene México en su relación con Washington, dijo Wood a la AFP.
Por ello, el experto espera que Sheinbaum continúe utilizando la migración como moneda de cambio.
– Legitimidad de las urnas –
Los comentarios de Sheinbaum sugieren que «podría apostar por políticas de migración más humanas», dijo por su parte María Fernanda Bozmoski, subdirectora del Adrienne Arsht Latin America Center del Atlantic Council, otro centro de investigación con sede en Estados Unidos.
Con mayoría en el Congreso y el respaldo popular, Sheinbaum puede ser más dura a la hora de negociar que López Obrador, dijo a la AFP.
Activistas han criticado al gobierno de López Obrador por cooperar con Washington al recibir a solicitantes de asilo expulsados de Estados Unidos y detener y deportar a otros migrantes en tránsito.
En un intento por contrarrestar uno de los puntos más débiles de su campaña rumbo a las elecciones de noviembre, el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció nuevas medidas esta semana que cerrarían temporalmente la frontera a solicitantes de asilo cuando aumente el número de cruces ilegales.
López Obrador dijo al respecto que México buscaba interceder ante los gobiernos de Cuba y Venezuela para que Estados Unidos pueda deportarlos directamente a esos países.
En Ciudad de México, agentes migratorios desalojaron un campamento la noche del miércoles mientras los migrantes dormían. Algunos de ellos, que pasaban por la capital mexicana rumbo a la frontera norte, esperan que la presidencia de Sheinbaum facilite un poco sus vidas.
«Un ser humano no puede tratar como un animal a otro ser humano», dijo Arley Canelon, venezolano de 56 años, quien espera encontrarse con sus cuatro hijos en Estados Unidos.
El gobierno mexicano debe por lo menos proveer a los migrantes algún lugar donde comer y descansar en el camino, dijo a la AFP.
Carmen Chacón, venezolana de 23 años que viaja con su esposo y sus dos hijos, pidió a Sheinbaum «que haga lo posible por ayudar a los migrantes».
«Nosotros no queremos quedarnos aquí, solo estamos de paso», dijo.
– Narcotráfico y economía –
Se espera que Washington también presione a Sheinbaum para tomar medidas más firmes contra los cárteles que trafican drogas como el fentanilo, potente opiáceo por detrás de la crisis de sobredosis que vive Estados Unidos.
Wood dijo que habrá una enorme presión tanto de la Casa Blanca como del Congreso estadounidense para atender el tema, «especialmente en un año de elecciones».
La economía es otro tema clave con México, que recientemente reemplazó a China como el principal exportador hacia Estados Unidos.
El tratado de libre comercio de América del Norte, T-MEC, deberá ser revisado también en 2026, lo que puede llevar a desacuerdos entre México y Estados Unidos, dicen expertos.
Si el partido de Sheinbaum utiliza su mayoría para aprobar reformas controvertidas que golpeen la inversión y el ambiente de negocios, las tensiones pueden aumentar.
Esos cambios pueden ser «dinamita pura» para 2026, estima Wood.
La Bolsa y el peso mexicano tuvieron fuertes pérdidas tras la victoria de Sheinbaum ante los temores de que se aprueben reformas constitucionales en ese sentido, particularmente una que propone elegir a jueces a través del voto popular.
Sheinbaum publicó el jueves una foto con Sergio Méndez, director en México de la poderosa firma de inversiones BlackRock, como una forma de atajar esas preocupaciones.
Además, una moneda en el aire es el posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca si derrota a Biden en noviembre, y cómo sería su relación con Sheinbaum.
«Creo que Trump asumirá que puede mandonearla y Sheinbaum deberá tener la fortaleza para evitarlo», dijo Pamela Starr, profesora de la Universidad del sur de California.
Sin embargo, Wood señala que es difícil predecir cómo se comportará Trump.
«Trump es enigmático, no se debe a nadie. Logró forjar una relación muy positiva con López Obrador pese a las enormes diferencias entre ambos», apuntó.
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