Una abogada fue designada este domingo como nueva ministra de Defensa de Honduras, en medio de un escándalo por supuestos lazos con el narcotráfico que causó las renuncias de un sobrino y un cuñado de la mandataria Xiomara Castro al gobierno y al Congreso.
El escándalo estalló después de que Castro cancelara el miércoles el tratado de extradición con Estados Unidos, que permitió encarcelar a unos 50 hondureños ligados al tráfico de droga, entre ellos poderosos políticos, lo que alimentó sospechas de que había miembros del gobierno izquierdista vinculados a narcos.
«Quiero anunciar el nombramiento para ocupar el cargo de Secretaria de Defensa a la ciudadana Rixi Moncada», abogada de 59 años, anunció Castro en un discurso en el acto de apertura de las fiestas de la independencia de Centroamérica.
José Manuel Zelaya, sobrino de Castro, renunció como titular de Defensa el sábado, poco después de que su padre, Carlos Zelaya, dimitiera como diputado y secretario del Congreso al admitir que en 2013 se reunió con capos del narcotráfico.
Moncada, muy cercana a la familia presidencial, fue ministra de Trabajo y Energía en el gobierno del marido de Castro, Manual Zelaya, quien fue derrocado en un golpe de Estado en 2009.
La abogada fue juramentada como ministra horas después por la mandataria en la casa presidencial, donde declaró que asumía el cargo con «compromiso ciudadano y profesional en una institución que tiene características esenciales, como son las Fuerzas Armadas».
Moncada, quien no se refirió al escándalo, es vista como favorita para ser la candidata presidencial del partido oficialista Libre en las elecciones de 2025.
– Fin del tratado –
La mandataria afirmó que canceló el tratado, en vigor desde 1912 y aplicado desde 2014, para evitar que Estados Unidos lo usara contra militares que le son leales y facilitara un intento de golpe de Estado.
Castro tomó esta drástica decisión al condenar la «injerencia» de la embajadora estadounidense en Tegucigalpa, Laura Dogu, en asuntos hondureños.
La diplomática había criticado que el ministro Zelaya y el jefe de las Fuerzas Armadas, general Roosevelt Hernández, se hubiesen reunido con un ministro venezolano sancionado por Washington por narcotráfico.
Dogu, quien asistió al acto encabezado por Castro este domingo, dijo que mantiene «contacto cada día con el gobierno» hondureño.
«Éste es mi rol como diplomática, mantener las relaciones con el gobierno y ellos están en contacto con nosotros», declaró a los periodistas, sin mencionar las renuncias ni el fin del tratado bilateral.
«Aquí estamos cada día trabajando en todos los asuntos diplomáticos, económicos, políticos, militares, y vamos a mantener nuestras actividades», agregó.
El fin del tratado de extradición «es un paso que a nadie beneficia», dijo este domingo a la AFP el analista Roberto Herrera, ex ómbudsman hondureño.
La cancelación del tratado con Washington induce a pensar que hay funcionarios del gobierno hondureño «vinculados» a las drogas, había advertido el viernes a la AFP el sociólogo Pablo Carías.
– Mencionado en juicio –
El sábado, el cuñado de Castro, Carlos Zelaya, hermano del expresidente Zelaya, anunció su dimisión al Congreso para enfrentar una investigación sobre nexos con traficantes de droga.
Poco después su hijo renunció a la jefatura del Ministerio de Defensa.
Carlos Zelaya fue mencionado en marzo pasado en el juicio en el que fue condenado por narcotráfico en Nueva York a 45 años el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (2014-2022).
El fiscal general de Honduras, Johel Zelaya, que asumió en noviembre pasado, mandó a un equipo a escuchar las audiencias en el juicio contra Hernández en Nueva York e investigar a los hondureños que fueran mencionados.
«Continuaremos con nuestras investigaciones, no descansaremos hasta que la verdad prevalezca en Honduras y se le dé justicia al pueblo hondureño. ¡Sea quien sea!», aseguró el fiscal luego de la declaración del diputado Zelaya.
En agosto pasado, el fiscal -que no tiene vínculos familiares con los miembros del gobierno, pese a llevar el mismo apellido- anunció que llamaría a declarar a unas 36 personas que fueron mencionadas en el proceso, uno de ellos Carlos Zelaya.
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